La NASA ha confirmado que un meteorito sobrevoló la ciudad de Nueva York, pasando cerca de la Estatua de la Libertad, en la tarde del martes 16 de julio. El evento, que fue registrado por varios habitantes y sistemas de monitoreo espacial, ha generado un interés significativo, dada la cercanía con una de las ciudades más emblemáticas del mundo. Las autoridades están evaluando cualquier posible impacto y detallando las características del meteorito para entender mejor el fenómeno.
Según la información proporcionada por el medio especializado Space, el evento también fue observado en Nueva Jersey, Connecticut, Delaware, Maryland, Rhode Island y Pensilvania. Y usuarios de las redes sociales compartiron videos que captura la la bola de fuego sobre Wayne, Nueva Jersey y Northford, Connecticut.
La NASA Meteor Watch señaló que el meteorito viajó a velocidades de hasta 61.000 km/h y destacó que “la bola de fuego se desintegró 47 km por encima de Manhattan”. Además, se cree que el meteorito fue visto por primera vez a una altitud de 79 km sobre Upper Bay, al este de Greenville Yard, antes de atravesar la atmósfera y disiparse. Aun así, la NASA advirtió que esta estimación es “cruda e incierta” debido a la falta de datos de cámaras o satélites.
El American Meteor Society recibió múltiples informes sobre el avistamiento de la bola de fuego diurna. Robert Lunsford, coordinador de informaciones de la Sociedad, declaró a TheCity, un medio local de Nueva York, que la bola de fuego era “probablemente del tamaño de una pelota de playa”. Estas bolas de fuego son meteoros excepcionalmente brillantes que pueden ser vistos en zonas muy amplias, y son raras de observar a plena luz del día.
Numerosos residentes de la región tri-estatal informaron haber sentido temblores o escuchado un fuerte boom durante la mañana del martes. Los informes surgieron en las redes sociales poco después de las 11 a.m., con algunos usuarios describiendo la sensación como un temblor parecido a un terremoto y otros pensando que era un trueno. Los informes provinieron de partes del norte de Nueva Jersey, Brooklyn y Queens.
El servicio de Emergencia Administrativa de la Ciudad de Nueva York (NYCEM) dijo: “Emergency Management no ha recibido reportes de daños o heridos relacionados con este evento. Seguimos monitoreando la situación y comunicándonos con nuestras agencias colaboradoras”. Aries Dela Cruz, director ejecutivo de información pública de NYCEM, instó a los ciudadanos a llamar al 911 para emergencias de vida y al 311 para no emergencias.
La entrada de meteoros en la atmósfera de la Tierra es un evento común, con aproximadamente 44 toneladas de material espacial cayendo a la Tierra cada día. La mayoría de este material se quema en la atmósfera, creando ocasionalmente “estrellas fugaces” o bolas de fuego. Según la NASA, los meteoros menores de 25 metros (82 pies) suelen quemarse por completo en la atmósfera sin causar daños.
A pesar del impacto visual y sonoro de la bola de fuego, la NASA indicó que el meteorito que causó este espectáculo diurno era probablemente de aproximadamente 30 centímetros (1 pie) de diámetro, lo que le impidió sobrevivir hasta el suelo o presentar algún riesgo para la Tierra. A pesar de algunos informes de booms fuertes y temblores de los testigos, la NASA Meteor Watch dejó claro que la actividad militar en las cercanías alrededor del tiempo del avistamiento podría explicar estos sonidos y temblores.
Desde la NASA estiman que el meteorito “descendió con un ángulo pronunciado de solo 18 grados desde lo vertical, pasando sobre la Estatua de la Libertad antes de desintegrarse”. Subrayaron que estos datos estaban basados en cuentas de testigos, ya que no había confirmaciones por video o datos satelitales disponibles en ese momento.
En cuanto a la actividad militar, la NORAD y el USGS no registraron ninguna actividad anómala que pueda explicar lo informado por los residentes, rechazando la existencia de terremotos en el área.
El paso de una bola de fuego diurna en la atmósfera de Nueva York creó un espectáculo natural impresionante que fue notado en una amplia zona, aunque sin causar daños mayores. La combinación de un evento astronómico raro y la coincidencia con actividad militar generó una ola de especulaciones entre los residentes y observadores.