En San Juan Capistrano, California, una comunidad tranquila y estrechamente unida se encuentra sumida en el horror y la incredulidad tras el descubrimiento de un crimen atroz. Ronald y Antoinette Gerdvil, junto con su amado chihuahua Teddy, fueron encontrados brutalmente asesinados y decapitados en su hogar, un hecho que ha dejado a sus vecinos y amigos en estado de shock.
Ronald, de 77 años, y Antoinette, de 79, eran una pareja muy querida en su vecindario. Antoinette, en particular, era una figura activa en la comunidad, frecuentemente vista paseando a Teddy y conversando con sus vecinos. Los Gerdvil eran conocidos por su amabilidad y disposición para ayudar a los demás. Antoinette, con su sonrisa constante y su carácter afable, había dejado una huella imborrable en quienes la conocían. Ronald, por su parte, era un hombre reservado pero siempre dispuesto a colaborar en las actividades comunitarias.
El martes 9 de julio, cerca de las 7:30 am, el Departamento del Sheriff del Condado de Orange recibió una llamada de emergencia reportando una agresión doméstica en la residencia de los Gerdvil. Al llegar al lugar, los agentes se encontraron con una escena que ellos mismos describieron como “horrible”. Los cuerpos de Ronald y Antoinette yacían decapitados y brutalmente mutilados, una imagen de extrema violencia que sacudió incluso a los oficiales más experimentados. Teddy, su fiel chihuahua, también fue encontrado decapitado, añadiendo una capa más de horror a la macabra escena.
Poco después del terrible hallazgo, un hombre ensangrentado fue visto en el vecindario persiguiendo a un trabajador de mantenimiento. Testigos presenciales relataron que el hombre robó un carrito de golf y trató de huir de la zona.
La rápida intervención de un agente del sheriff permitió interceptarlo cerca de un sendero para bicicletas. El agente intentó comunicarse con él, pero al no recibir respuesta y ante la actitud amenazante del sospechoso, se vio obligado a abrir fuego.
El miércoles 10 de julio, el Departamento del Sheriff del Condado de Orange reveló que el sospechoso detenido era Joseph Gerdvil, de 41 años, hijo de la pareja asesinada. Joseph, quien había sido tratado en el hospital, ahora se encuentra en condición estable y será trasladado a la cárcel del sheriff del Condado de Orange una vez sea dado de alta.
La noticia de esta horrible tragedia ha dejado a los residentes de San Juan Capistrano en estado de shock. Los vecinos que convivían con los Gerdvil han compartido su profundo sentido de pérdida y consternación. Tammy Pavese, una residente, comentó a FOX 11: “La señora que vivía allí paseaba a su perro todo el tiempo por el vecindario”, recordando tristemente a Antoinette y su rutina diaria.
Susan Hardwegg, administradora del parque comunitario, compartió su dolor: “Estoy devastada. Ella siempre estaba activa en el vecindario, charlando con todos mientras paseaba a Teddy”. Victoria Alford, otra residente cercana, expresó a FOX: “Eran una pareja muy dulce. A esa edad, ser asesinada trágicamente por tu propio hijo es simplemente trágico, punto.”
Joseph Gerdvil enfrenta dos cargos de homicidio por las muertes de sus padres, y posiblemente se añadirán más cargos a medida que avance la investigación. Hasta ahora, no se ha confirmado si ha contratado a un abogado para su defensa.
Mientras Gerdvil se encuentra en condición estable y a la espera de ser trasladado a la cárcel del Condado de Orange, la comunidad de San Juan Capistrano intenta asimilar la magnitud de la tragedia. El hecho de que el presunto autor del crimen sea el hijo de las víctimas ha añadido una capa de incomprensión y horror que difícilmente podrá ser olvidada.