El Aeropuerto Internacional Charlotte Douglas fue escenario de un acto heroico inesperado cuando Claire Cerbie, enfermera de profesión, salvó la vida de Ken Jeffries tras sufrir un ataque cardíaco. El 7 de junio, Claire y Ken se encontraban en el aeropuerto con diferentes destinos: la enfermera iba a una reunión, mientras que Ken se dirigía a arbitrar un torneo de softbol en Knoxville, Tennessee. La casualidad quiso que ambos estuvieran en la misma terminal, donde la experiencia e intuición de Claire fueron puestas a prueba en un momento crítico.
Ken Jeffries, un empresario de Jacksonville, Florida, había enviado un mensaje de texto a su hija informándole sobre su próximo vuelo poco antes del incidente. Mientras esperaba para abordar, Ken comenzó a experimentar un ataque cardíaco. El problema era que estaba sentado en la sala de espera, inmovil, parecía dormido y pasaba inadvertido para todos... Salvo para la enfermera del Atrium Health Sanger Heart & Vascular Institute, que estaba en la misma área y notó un ruido inusual similar a un ronquido proveniente de Ken.
La forma en que roncaba y respiraba llamó la atención de la enfermera, quien reconoció los signos de un ataque cardíaco. “No sabía si estaba sufriendo algún tipo de convulsión o hipoglucemia, pero cuando me acerqué a él, estaba inconsciente”, detalló en una entrevista con WBTV.
Claire, con la ayuda de otro pasajero, bajó a Ken al suelo e inició la reanimación cardiopulmonar (RCP). Este procedimiento es vital, ya que permite que el oxígeno siga fluyendo al cerebro y otros órganos vitales. Mientras tanto, otro hombre fue a buscar un desfibrilador externo automático (DEA), con el cual Claire administró una descarga eléctrica al corazón de Ken.
El dramático rescate se produjo en menos de diez minutos. Las rápidas acciones de Claire y y sus colaboradores fortuitos salvaron la vida de Ken. “Después de la descarga, su corazón comenzó a latir por sí solo nuevamente”, describió Claire en una entrevista.
Ken fue trasladado rápidamente al Atrium Health Carolinas Medical Center, donde fue atendido rápidamente. William Downey, cardiólogo intervencionista, realizó un cateterismo y colocó un stent para tratar el bloqueo en una de las arterias del corazón de Ken. “Sin RCP y el uso adecuado del DEA, este habría sido un resultado mucho más triste”, señaló Downey.
El éxito de la intervención fue evidente al día siguiente, cuando Ken ya estaba de pie y caminando. “El sábado por la mañana ya estaba caminando por los pasillos, sintiéndome bien, casi como si nada hubiera pasado”, relató Ken.
Ken, profundamente agradecido, expresó su deseo de abogar por una capacitación más amplia en RCP y la disponibilidad de DEA en lugares públicos. “Obtienes una nueva perspectiva y ya no doy nada por sentado porque esto sucedió en una fracción de segundo”, dijo Ken.
Además, Ken pudo contactar con Claire por teléfono para agradecerle personalmente. “Ella es mi ángel guardián”, afirmó visiblemente conmovido.
Como gesto de agradecimiento, la aerolínea ascendió a Claire a primera clase en su vuelo, un pequeño reconocimiento por su heroica acción. “Pude ayudar a alguien a seguir con vida”, reflexionó Claire.