Una familia de Katy, en Texas, Estados Unidos, ha sido aclamada como héroes después de intervenir para detener un intento de agresión sexual en un negocio vecino. La familia An, todos con cinturones negros de cuarto grado en taekwondo, no dudó en usar sus habilidades de artes marciales para proteger a una joven de un atacante que la estaba abusando.
El incidente ocurrió alrededor de las 4 de la tarde del martes 18 de junio en un local cercano al dojo Yong-in Taekwondo, donde trabaja toda la familia. Simon An, uno de los hijos e instructor de taekwondo en la academia, contó que estaba preparándose para las clases nocturnas cuando escucharon gritos provenientes de un negocio vecino.
Inicialmente pensaron que los gritos eran parte de una broma entre empleados, pero pronto se dieron cuenta de la gravedad de la situación. Un desgarrador “grito final” impulsó a la familia An a actuar rápidamente, según Simon contó a NBC News.
“Escuchamos el segundo grito, que fue un grito de terror”, recordó. La familia se apresuró a la tienda vecina, derribó la puerta que estaba trabada y dentro de la habitación encontraron a un hombre encima de una joven empleada, que intentaba desesperadamente defenderse.
El padre de la familia, Hong An, usó sus habilidades de taekwondo para inmovilizar al atacante contra el suelo. Hannah An, la hermana mayor, tomó a la joven y la llevó a un lugar seguro, mientras Simon y su hermano menor ayudaron a contener al agresor.
“Todo fue defensa propia. El intruso intentaba huir, arañando, mordiendo, cualquier cosa que pudiera hacer”, aclaró Simon, para demostrar que no hubo violencia, sino técnica de taekwondo.
Durante los diez minutos que tardaron las autoridades en llegar, el atacante, identificado como Alex Robinson, intentó agredir al padre de los Simon. “Mi papá simplemente agarró su camisa y la retorció para que no se moviera”, volvió a decir Simon.
La rápida acción y el entrenamiento en artes marciales de la familia An fueron cruciales para detener el asalto. El Departamento del Sheriff del Condado de Harris, en Texas, arrestó a Robinson.
El sheriff Ed González elogió la valentía de la familia en un hilo de cuatro publicaciones en la red social X. Allí reconoció que: “Al utilizar su entrenamiento y disciplina, lograron detener el asalto y retener al atacante”.
Robinson enfrenta cargos de intento de agresión sexual y detención ilegal, según las autoridades. Además, también fue acusado de agredir a Han An durante el incidente. “Gracias al dojo Yong-In por su rápida acción para proteger a los demás”, escribió el sheriff.
A pesar del alboroto y del reconocimiento público, la familia An dijo que no se consideran héroes. “No necesariamente héroes. Simplemente hicimos lo correcto. Un hombre estaba encima de una niña, tratando de agredirla. Quiero decir, ¿qué es lo correcto? Sacarlo y mantenerlo allí hasta que lo arresten”, contó Simon a ABC 13.
La familia An nunca había tenido que usar sus habilidades fuera del estudio de taekwondo, aunque llevan años entrenando. “Todavía no lo puedo creer”, admitió Simon en referencia al incidente.