Kristie Pereira, de Maryland, Estados Unidos, salió angustiada de un edificio de servicios para animales el año pasado tras tomar una de las decisiones más difíciles de su vida. Momentos antes, había firmado un formulario para sacrificar a su cachorro de cinco meses, Beau, quien presentaba múltiples problemas de salud. Un veterinario de Maryland había indicado que Beau no podría recuperarse, por lo que decidió aliviar su dolor.
Pereira ha estado de luto desde entonces, deseándole un “cumpleaños celestial” en redes sociales en octubre y recordándolo constantemente en marzo, un año después de la decisión de sacrificarlo. Sin embargo, el domingo pasado, Pereira descubrió algo que le cambió la vida: mientras navegaba por el sitio web de un servicio de rescate de animales en Virginia, vio una foto de un perro que parecía ser Beau. La misma edad y las mismas manchas marrones alrededor de la nariz la hicieron sospechar.
Investigó más, llamó al centro de rescate y a los servicios para animales del condado de Montgomery para intentar comprender qué había sucedido después de dejar a Beau en el centro del condado. Una recepcionista le reveló que los veterinarios del condado no consideraron necesario sacrificar a Beau, le administraron medicamentos y lo regresaron al centro de rescate donde había nacido.
Chloe Floyd, portavoz de Lost Dog & Cat Rescue Foundation, explicó en un comunicado que llevaron al perro a varios veterinarios que diagnosticaron una lesión hepática. Gracias a una cirugía, el perro se recuperó y fue puesto en adopción el mes pasado. Pereira nunca fue informada de esto. “Si hubiera sabido que Beau podía vivir cómodamente, habría pagado miles de dólares por los tratamientos necesarios”, dijo.
Floyd aclaró que Lost Dog & Cat no devuelve perros a sus antiguos dueños una vez que los han entregado. “Nuestra misión es salvar de la eutanasia a los perros adoptables y seguros para la comunidad”, manifestó Floyd.
María Anselmo, portavoz del Centro de Adopción y Servicios para Animales del condado de Montgomery, explicó que cuando las personas entregan sus perros, firman el formulario de renuncia a su propiedad. Este formulario también establece que el condado puede tratar a las mascotas si los veterinarios creen que son tratables y adoptables, aun si sus dueños solicitaron eutanasia.
En otoño de 2022, Pereira buscaba adoptar un perro cuando una camada de cachorros de Lost Dog & Cat llamó su atención. Al asistir a un evento en diciembre, solo un cachorro de 2 meses no había sido adoptado. Lo llamó Beau y se volvieron inseparables. “Él era mi pequeña sombra”, expresó Pereira.
Sin embargo, en febrero de 2023, Beau comenzó a mostrar comportamientos extraños: caminaba por el perímetro de la casa presionando su cabeza contra las paredes y lloraba constantemente. Pereira lo llevó a varios veterinarios, quienes le administraron medicamentos para un posible problema hepático. Finalmente, un veterinario sugirió considerar la eutanasia debido a que afectaba posiblemente el sistema nervioso y a la baja calidad de vida.
En marzo de 2023, Pereira llevó a Beau al centro de servicios para animales del condado de Montgomery y firmó el formulario para la eutanasia. Según Anselmo, el condado prohíbe a los propietarios estar presentes durante el procedimiento. No obstante, los veterinarios del condado encontraron que Beau tenía un problema hepático tratable y decidieron salvarlo.
Lost Dog & Cat recogió a Beau en abril y, tras varias pruebas, le diagnosticaron una derivación hepática en julio. La condición fue corregida con una cirugía de aproximadamente 7.000 dólares, financiada por donaciones. En septiembre, los veterinarios concluyeron que el perro estaba sano y lo pusieron en adopción.
Después de descubrir que Beau estaba vivo, Pereira quedó en shock al saber que no le devolverían a su perro, ahora llamado Amos Hart, en honor a un personaje del musical “Chicago”. “Estoy más que feliz, emocionada y contenta de que esté vivo”, dijo Pereira. “No estaría pasando por todo esto si no lo estuviera. Simplemente, estoy molesta porque me excluyeron de las conversaciones”.
“Estoy segura de que si lo adoptaran, sería una gran familia, pero eso no debería ser lo que está pasando”, dijo Pereira entre lágrimas.