Tras 70 años de incertidumbre, finalmente hallaron los restos de un soldado estadounidense desaparecido en la Guerra de Corea

En una búsqueda que tomo más de siete décadas y gracias a diferentes pruebas de ADN, se ha podido confirmar la identidad de uno de los cabos caídos en acción

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John A. Spruell recibirá la
John A. Spruell recibirá la Medalla del Corazón Púrpura por su participación en la Guerra en Corea(Agencia de Contabilidad de los prisioneros de guerra y los desaparecidos en combate del Departamento de Defensa de EEUU)

La historia del cabo John A. Spruell, un joven soldado de 19 años originario de Cortez, Colorado, ha tocado corazones después de siete décadas de incertidumbre. Spruell, quien luchó en la Guerra de Corea, fue reportado como desaparecido en acción en diciembre de 1950 en los alrededores de Hagaru-ri, Corea del Sur, durante la intensa Batalla del embalse de Chosin.

Este combate, uno de los más brutales del conflicto, se llevó a cabo en las montañas de Corea del Norte, enfrentando a 30.000 soldados de la ONU (procedentes de EEUU y sus aliados), contra más de 120.000 soldados chinos.

Años después, en una gesta de perseverancia y dedicación, la Agencia de Contabilidad de POW/MIA de Defensa (DPAA) ha logrado cerrar un capítulo pendiente en la historia de Spruell. Sus restos, que durante mucho tiempo permanecieron sin identificar y fueron enterrados con honores en el Cementerio Conmemorativo Nacional del Pacífico en Honolulu, conocido como Punchbowl, han sido finalmente identificados.

Esta identificación fue posible gracias a la exhumación de los restos, etiquetados con el código X-15754, desenterrados meticulosamente el 8 de marzo de 2021. La determinación de su identidad es el fruto de una labor científica rigurosa, aplicando análisis dental, antropológico, radiografías del tórax y avanzadas pruebas de ADN mitocondrial.

La odisea de identificación comenzó en 2018, cuando la Agencia de Contabilidad de los prisioneros de guerra y los desaparecidos en combate del Departamento de Defensa de EE.UU. inició un proyecto para desenterrar a 652 soldados desconocidos de la Guerra de Corea enterrados en el Cementerio Nacional Conmemorativo del Pacífico en Honolulu. Esta agencia ha logrado, desde 1982, identificar a más de 450 estadounidenses perdidos en este conflicto, una cifra que añade a los 2.000 restos devueltos tras la guerra, mientras que aún quedan más de 7.500 soldados estadounidenses sin localizar.

Charles Haley, amigo de la infancia de Spruell, y la familia del cabo, especialmente su sobrino Dennis Spruell, han recibido esta noticia con una mezcla de alivio y melancolía. “Lo que ha hecho el Ejército ha ido más allá de lo que jamás podría haber imaginado para honrar a un soldado perdido”, expresó Dennis a CNN. A pesar del fallecimiento de la mayoría de los parientes cercanos de Spruell, su recuerdo ha permanecido vivo en aquellos que lo conocieron y en las historias que persisten.

John Albert Spruell luchó en
John Albert Spruell luchó en la Guerra de Corea, fue reportado como desaparecido en acción en diciembre de 1950 en los alrededores de Hagaru-ri, Corea del Sur (Agencia de Contabilidad de los prisioneros de guerra y los desaparecidos en combate del Departamento de Defensa de EEUU)

La batalla en la que Spruell desapareció fue emblemática del sacrificio extremo y las adversas condiciones a las que se enfrentaron los soldados. Los combates y el frío mataron a cientos de personas, y muchos, como Spruell, fueron inicialmente clasificados como desaparecidos, una realidad devastadora para sus familias que, en muchos casos, nunca llegaron a despedirse adecuadamente. Ahora, con la repatriación de sus restos, se cierra un capítulo tanto para su familia como para el país.

John A. Spruell recibirá finalmente las condecoraciones militares correspondientes, incluida la Medalla del Corazón Púrpura, honrando su servicio y sacrificio. Además, se planea un entierro en Cortez, Colorado, que servirá como un solemne acto de clausura para sus seres queridos. Este evento permitirá a la comunidad y a la familia rendir homenaje a su heroísmo, asegurando que su legado y el de aquellos que sirvieron en la Guerra de Corea perdure.

La noticia de la identificación de Spruell fue recibida con una mezcla de alivio y tristeza por sus familiares. “Esperan”, dijo la prima de Dennis, Donna Lee Bailey, “poder enterrarlos juntos”, refiriéndose a la intención de reunir finalmente a Spruell con su madre, Pauline Sleeper, quien nunca perdió la esperanza de que su hijo regresara a casa. Ese detalle subraya la inquebrantable fe de una madre en el retorno de su hijo.

El hallazgo ha sido un faro de esperanza y consuelo para la familia de Spruell, quienes después de décadas de espera y preguntas sin respuesta, finalmente pueden honrar su memoria. La DPAA, junto a otros organismos, ha asegurado que su nombre sea acompañado por una roseta en los Tribunales de los Desaparecidos en el Punchbowl, simbolizando que Spruell ha sido finalmente contabilizado.

La familia está actualmente organizando el regreso de Spruell a su hogar en Cortez, Colorado, para darle el último adiós. Aunque la fecha del entierro aún está por determinar, el apoyo y asistencia están siendo proporcionados por la Oficina de Víctimas del Ejército.

La familia Spruell, aunque marcada por la pérdida, encontró consuelo en mantener vivo el recuerdo de John. Su hermano mayor, en un gesto de homenaje y recuerdo, nombró a uno de sus hijos en honor a John, asegurando así que su legado continúe a través de las generaciones. Este acto subraya la importancia de la memoria familiar como un puente entre el pasado y el futuro.

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