En el mundo del atletismo, muchas competiciones resaltan por su dificultad, por el misterio que las envuelve o mismo por tradición. The Speed Project, creada por Nils Arend, se consagra como una de las pruebas de relevos más desafiantes y enigmáticas a nivel global. La carrera trasciende los límites convencionales del deporte para adentrarse en el terreno de la leyenda.
Esta carrera se hace en el Death Valley (Valle de la Muerte), en California, Estados Unidos. El punto de partida es en el muelle de Santa Mónica, Los Ángeles, a las 4 de la mañana, y culmina en el emblemático cartel de Las Vegas. El tramo es de casi 550 kilómetros y exige de los equipos, originalmente compuestos por seis corredores, una resistencia superlativa. Cada uno de los corredores completa alrededor de 90 km en dos días. Sin embargo, hay quienes se aventuran solitariamente a esta carrera.
La carrera no tiene ningún sitio web oficial y ni un conjunto de reglas claramente definidas. Tampoco hay un lugar donde inscribirse. Esto sumerge a The Speed Project en un halo de clandestinidad y libertad pocas veces visto en el ámbito deportivo. No hay reglas ni una ruta designada, lo que permite a los participantes elegir su propio camino, siempre y cuando eviten correr por la autopista.
Como el recorrido se extiende a través del Valle de la Muerte, se trata de un desafío físico y mental. En este valle la temperatura y, por ende, la deshidratación se convierten en adversarios tan formidables como los mismos competidores. Atravesar este inhóspito paisaje exige más que simple preparación física; requiere un profundo compañerismo y una estrategia meticulosa para superar cada obstáculo que el desierto presenta.
La participación en The Speed Project se logra únicamente por invitación. Pero también hay que pasar un proceso de selección que evalúa tanto la velocidad como las motivaciones personales de los corredores. La exclusividad y el rigor de este criterio de selección muestran la naturaleza singular de la competición, donde cada equipo aporta su propia esencia a la carrera.
La cobertura de este evento es igualmente inusual. En ausencia de un sitio web oficial, es mediante Instagram (@thespeedproject), donde aficionados y participantes pueden seguir la acción y las actualizaciones en tiempo real. Esto refleja el espíritu libre y sin restricciones que define a The Speed Project.
El tinte secreto de esta especial competición lo demuestra el mismo creador con un mensaje a los corredores: “Cuando la poli los detenga, sean súper amables. Con The Speed Project nos están representando a todos en cada interacción. Así que, sean amables, cooperen. Y cuando les pregunten qué están haciendo, simplemente digan: ‘Oh, somos un grupo de amigos corriendo a Las Vegas’. No tienen por qué saber nada más ni nada menos”.
Arend corrió la ruta de The Speed Project por primera vez en 2013. Hizo relevos con cinco amigos, tres hombres y dos mujeres. Ese formato de competencia, llamado OG, se conoce ahora como la manera original de correr esta travesía: un equipo de seis, compuesto por cuatro hombres y dos mujeres.
La carrera en solitario
Además de OG, se añadieron otras tres categorías más. Una es el que el grupo sea compuesto por seis mujeres, otra es el estilo libre (equipo sin límite de integrantes). La cuarta es una categoría en solitario. En esta última, el destacado corredor británico de ultra distancia, James Poole, demostró su valentía al participar durante los últimos años.
En el 2023, Poole logró finalizar este desafío en menos de 119 horas. Su travesía incluyó pernoctar en estructuras abandonadas, con alrededores que estaban esparcidos de cartuchos de bala, y subsistir exclusivamente de alimentos y bebidas adquiridos en gasolineras durante el recorrido.
The Speed Project en Latinoamérica
La extrema carrera, por condición y distancia, decidió dar un salto importante dentro de su organización. Al ver que se acercaban corredores de todas partes del mundo, tomaron la decisión de ampliar sus fronteras. Y optaron por hacer The Speed Project Latinoamérica en Chile, en el desierto de Atacama.
Claramente, las condiciones son similares que en el Valle de la Muerte, incluso más drásticas. Sobre todo por sus cambios de temperatura: puede alcanzar los 30° durante el día y descender hasta grados bajo cero por la noche. El resto de los conceptos, en cuanto a reglas, categorías, y demás, es igual que a la carrera principal en Estados Unidos. La primera edición de esta versión chilena de la carrera fue en 2023.
Al igual que la original, se parte a las 4 de la mañana. El punto de partida es Iquique, una ciudad costera de Chile. Se debe atravesar el emblemático desierto, hasta alcanzar San Pedro de Atacama. Del arranque a la meta, se calcula que hay aproximadamente 500 kilómetros de distancia y se llega a una altitud de 2.400 metros.