Qué es el “divorcio gris” y por qué afecta negativamente en las jubilaciones

Esta nueva tendencia entre los “baby boomers” abre un diálogo sobre las complicaciones financieras y emocionales que enfrentan

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Para los mayores de 65 años, la tasa de divorcios se ha triplicado en EEUU- (Imagen Ilustrativa Infobae)
Para los mayores de 65 años, la tasa de divorcios se ha triplicado en EEUU- (Imagen Ilustrativa Infobae)

En los últimos años, se ha observado un fenómeno creciente y particularmente interesante en las estadísticas demográficas y sociales: el aumento en la tasa de divorcios entre los pertenecientes a la generación conocida como baby boomers, es decir, aquellos nacidos entre 1946 y 1964. Este grupo etario, que en su juventud lideró cambios significativos en la sociedad, está marcando otra tendencia en las etapas tardías de su vida: la desvinculación matrimonial después de años, e incluso décadas, de convivencia.

Este fenómeno, a menudo referido como “divorcio gris” por su impacto en la población de cabellos plateados, presenta una serie de consecuencias y desafíos tanto para los individuos directamente implicados como para la sociedad en general.

Si bien un estudio ha revelado que las tasas generales de divorcio en los EEUU han disminuido en los últimos 20 años, esta misma investigación revela que los casos han aumentado para las parejas mayores. Actualmente, casi el 40% de los que se divorcian tienen 50 años o más. Desde la década de 1990, el “divorcio gris” se ha duplicado, según el Pew Research Center. Para los mayores de 65 años, la tasa de divorcios se ha triplicado.

El divorcio a cualquier edad tendrá consecuencias emocionales y financieras, pero puede ser particularmente devastador para las personas mayores. No solo es probable que el proceso sea más complicado debido a décadas de acumular activos juntos, sino que cada cónyuge tiene mucho menos tiempo para reconstruir sus finanzas antes de la jubilación.

Mientras la tasa general de divorcios disminuye, los divorcios entre personas mayores de 50 años aumentan.  (Freepik)
Mientras la tasa general de divorcios disminuye, los divorcios entre personas mayores de 50 años aumentan. (Freepik)

Cuáles pueden ser las consecuencias de este fenómeno

Las consecuencias del “divorcio gris” son principalmente efectos financieros, los cuales son especialmente pronunciados para las mujeres mayores, según muestra una investigación.

En términos generales, las mujeres en matrimonios heterosexuales tienen más probabilidades que los hombres de abandonar la fuerza laboral en sus mejores años de ingresos para cuidar a sus hijos, lo que las coloca en desventaja en los procedimientos de divorcio y después de que se finalice la separación. A menudo, deben intentar reincorporarse a la fuerza laboral por primera vez en años o incluso décadas.

Según Pew, todos los adultos mayores que viven solos tienen muchas menos probabilidades de describir favorablemente su situación financiera. Pero el 19% de las mujeres mayores que vivían solas se encontraban en la pobreza en 2014, en comparación con el 15% de los hombres.

Y las mujeres de 50 años o más experimentan una disminución del 45% en su nivel de vida después del divorcio, en comparación con el 21% de los hombres, según un estudio de 2021 de The Journals of Gerontology.

Tener asesores financieros y jurídicos individuales es crucial para enfrentar un divorcio en la tercera edad.
Tener asesores financieros y jurídicos individuales es crucial para enfrentar un divorcio en la tercera edad.

Por supuesto, los hombres también sufren divorcios grises. Los hombres mayores que viven solos “tienen muchas más probabilidades de experimentar aislamiento social que las mujeres que viven solas”, según Pew.

El género masculino no siempre es tan hábiles para mantenerse al día con sus familias y amigos después del divorcio como suelen ser las mujeres, especialmente si se vuelven a casar. Pero, en general, las consecuencias financieras son mucho menos graves, según la investigación.

Hay varias formas de facilitar el proceso, tanto para hombres como para mujeres. Una clave para atravesar esta difícil etapa es que ambos cónyuges se animen a tener su propio asesor financiero y abogado para defenderlos.

Otra cosa importante es que estén al tanto de sus finanzas durante todo el matrimonio. Incluso si solo uno de los cónyuges trabaja fuera del hogar a cambio de un salario, ambos deben tener conocimiento de todos los activos y cuentas.

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