A partir del 1 de agosto entran en vigor nuevas normativas en Estados Unidos para la importación de perros, con el objetivo de mantener al país libre de rabia canina.
Informado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, esta actualización establece que todos los canes que ingresen al país deben parecer saludables a su llegada, tener al menos 6 meses de edad, estar microchipiados y contar con el recibo de un “Formulario de Importación de Perros del CDC” completado en línea de dos a 10 días antes de la llegada.
Estas normativas aplican para todos los perros, incluidos los perros de servicio y aquellos nacidos en Estados Unidos que regresan de otros países.
Los permisos actuales de importación de perros, conocidos como “Permisos de Importación de Perros del CDC”, perderán su validez el 31 de agosto. Además, se señaló que podrían aplicarse requisitos adicionales dependiendo de los lugares por los que el animal haya viajado en los seis meses anteriores o los lugares donde haya sido vacunado.
El sitio web del CDC ofrece listas de verificación de viaje tanto para perros vacunados en Estados Unidos como para perros vacunados en el extranjero procedentes de países con un alto riesgo de rabia canina. Desde la eliminación de la rabia canina en Estados Unidos en 2007, el CDC ha tomado medidas para prevenir su reintroducción, dada la endemia de la enfermedad en más de 100 países.
Las actualizaciones propuestas por el CDC tienen como fin proteger la salud pública evitando la reintroducción de la rabia en perros en territorio estadounidense, según explicó un portavoz de la entidad. Además de requerir un estado saludable visible y el microchip, para perros provenientes de países con alto riesgo de rabia, es obligatoria la protección contra esta enfermedad mediante la vacunación y posibles exámenes de serología para titulaciones de anticuerpos, las cuales deben realizarse en laboratorios aprobados por el CDC.
La Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA) ha expresado su apoyo a las nuevas regulaciones del CDC, destacando la importancia de estas medidas para la salud pública y el bienestar de los caninos. Sin embargo, Jennifer Skiff, directora de internacional de la organización de defensa Animal Wellness Action, lamentó estos cambios como un exceso, apuntando específicamente a las pruebas de serología como un requerimiento costoso y a veces difícil de cumplir debido a la falta de laboratorios aprobados por el CDC en todos los países.
Cómo saber cuándo vacunar a tu perro
Para determinar cuándo vacunar a tu perro, es esencial seguir un calendario de vacunación que inicie desde su etapa de cachorro y continuar con refuerzos regulares a lo largo de su vida. Los detalles específicos pueden variar según la legislación local, las recomendaciones del veterinario y las necesidades individuales del perro, basándose en su edad, estado de salud, estilo de vida y riesgo de exposición a enfermedades.
- Vacunación en cachorros: La primera ronda de vacunas comienza a partir de las 6 a 8 semanas de edad. Los cachorros suelen recibir varias dosis con intervalos de 3 a 4 semanas hasta alcanzar las 16 semanas de edad aproximadamente. Estas vacunas incluyen protección contra moquillo, hepatits, leptospirosis, parvovirus y rabia.
- Vacunación en adultos: Después de las vacunas iniciales, se recomienda un refuerzo anual o trienal, según la vacuna específica y las recomendaciones veterinarias. La vacuna antirrábica es obligatoria en muchos países, y su aplicación se hace conforme a la legislación local, pudiendo ser anual o cada varios años.
- Vacunas opcionales: Dependiendo del estilo de vida del perro y su riesgo de exposición a ciertas enfermedades, el veterinario puede recomendar vacunas opcionales como Bordetella (tos de las perreras), influenza canina, Lyme, entre otras.
- Consulta Veterinaria: Es crucial realizar visitas regulares al veterinario, quien evaluará la salud de tu perro y ofrecerá recomendaciones personalizadas sobre la vacunación. El esquema vacunal puede ajustarse dependiendo de factores como viajes, movilidad geográfica, cambios en el entorno de vida, y exposición a otros animales.
- Mantener un registro de vacunación: Es importante llevar un historial detallado de las vacunas administradas, incluyendo la fecha de vacunación y el tipo de vacuna, para asegurar que tu perro esté protegido en todo momento y facilitar cualquier tratamiento veterinario futuro.
Recuerda que mantener actualizado el calendario de vacunación de tu perro es esencial para protegerlo contra enfermedades graves y potencialmente mortales, garantizando así su bienestar y salud a largo plazo.
Qué es el microchip que se le coloca a los perros
El microchip para perros es un dispositivo de identificación electrónica del tamaño de un grano de arroz. Se implanta bajo la piel del animal, generalmente entre los omóplatos, mediante una inyección similar a una vacunación rutinaria. Este procedimiento es rápido, seguro y, en general, no más doloroso que una inyección estándar.
El microchip contiene un número único que se registra en una base de datos nacional o internacional junto con la información de contacto del propietario. Este número se puede leer con un escáner especial que poseen los veterinarios, refugios de animales y autoridades locales. No es un sistema de rastreo GPS, sino un método de identificación; no permite seguir la ubicación de la mascota en tiempo real, pero facilita su identificación y la recuperación en caso de pérdida o robo.
Algunas características importantes del uso de microchips en perros incluyen:
- Recuperación de mascotas perdidas: Los perros con microchips tienen mayores probabilidades de ser devueltos a sus dueños si se pierden, ya que el microchip proporciona una manera segura y efectiva de identificación.
- Durabilidad y eficacia: El microchip está diseñado para durar toda la vida del perro y no requiere mantenimiento ni cambio de batería.
- Registro y actualización de datos: Es fundamental que el propietario registre el microchip en la base de datos correspondiente y mantenga actualizada la información de contacto. Si el perro se pierde, esta acción aumenta significativamente las chances de reunión con su dueño.
- Proceso indoloro y seguro: La implantación del microchip es segura y rápida. Los efectos secundarios son extremadamente raros, y la mayoría de los perros no experimentan ninguna molestia significativa durante o después del procedimiento.
- Requisito legal o de viaje: En muchos lugares, implantar un microchip es obligatorio por ley. Además, para viajar internacionalmente con un perro, el microchip es frecuentemente un requisito, ya que asegura la identificación efectiva del animal.
El uso de microchips mejora las probabilidades de que un perro perdido sea identificado y devuelto a su hogar, proporcionando así una herramienta valiosa en la gestión de la identificación de las mascotas.