Una gata llamada Galena recorrió mil kilómetros escondida en una caja de devolución de Amazon desde Utah hasta California, Estados Unidos.
La accidentada historia comenzó el 10 de abril cuando Galena, aprovechando un descuido de sus dueños, se metió en la caja que estaba casi lista para ir al correo.
Las horas pasaban y Carrie Clark, la dueña de Galena, empezó a notar la desaparición de la gata. Preocupada, se embarcó en una exhaustiva búsqueda por su hogar y alrededores sin encontrar indicio alguno de su mascota.
“Galena es un gran apoyo emocional para mí y me ha ayudado a superar muchos problemas de salud durante los últimos seis años. La ansiedad y el estrés de no saber qué le pasó eran insoportables”, expresó Clark en una entrevista en “KSL-TV”, el canal de televisión de Salt Lake City, Utah, Estados Unidos.
Quién encontró a Galena
La situación dio un giro esperanzador el 17 de abril, una semana después a la desaparición de la gata, cuando un veterinario en California se contactó a la familia y les informó que el microchip de Galena había sido escaneado y había revelado su ubicación lejana.
Brandy Hunter mencionó que un colega encontró a la gata en un paquete sellado con adhesivo en el extremo de un tráiler cargado de productos retornados a Amazon. La trabajadora de Amazon en California contó que la vio muy asustada. Dentro de la caja, además de la gata, había cinco pares de botas de trabajo. La trabajadora dijo: “Seguramente estaba absolutamente aterrorizada y angustiada”.
La colaboración entre la empresa de envíos, los servicios veterinarios, y el sistema de microchip permitió asegurar la salud de Galena y facilitar su reunión con sus dueños. “¡Estoy muy agradecida de que le hayan puesto un chip y de haber podido localizar a sus dueños tan rápido! ¡Nos habría tomado un tiempo rastrear ese paquete!”, dijo Hunter, que destacó la importancia de ponerle un microchip a las mascotas.
Cuando Carrie Clark se enteró de que su gata había aparecido dijo que corrió a decirle a su marido.
El reencuentro
El reencuentro entre Galena y su familia fue emotivo. “¡Fue una reunión increíble! Galena instantáneamente dejó de temblar y se relajó en mis brazos cuando pude abrazarla nuevamente”, compartió Clark, aliviada al ver que, a pesar de la delgadez y leve deshidratación de su mascota, los análisis de sangre de Galena eran normales y no presentaba heridas.
La historia de Galena que viajó en ese estado pone de manifiesto varias lecciones clave: la importante precaución al empacar objetos, especialmente en hogares con mascotas curiosas. Además Clark manifestó su deseo de que la experiencia sirva de inspiración para que todos los dueños de animales consideren la implantación de microchips en sus mascotas. Además dieron un consejo práctico para todos y dijeron: “¡Revisen tres veces tus cajas de Amazon!”.
Según lo indica la Asociación de Medicina Veterinaria de Estados Unidos, un tercio de las mascotas se extraviaran en algún momento de su existencia. Sin embargo, las que cuentan con microchip tienen una probabilidad significativamente mayor de ser reencontradas con sus dueños. El precio de un microchip en Estados Unidos para animales suelen costar 40 y 70 dólares.