Un 20% de los productos agrícolas en Estados Unidos contienen niveles nocivos de pesticidas. Así lo reveló Un reciente estudio realizado por Consumer Reports, que comprendió alrededor de 30,000 pruebas de frutas y verduras, y que se realizó a partir del análisis de siete años de datos proporcionados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), que examina anualmente tanto la producción convencional como la orgánica importada o cultivada en territorio estadounidense.
Los pesticidas organofosforados y los carbamatos fueron identificados como los principales contribuyentes al riesgo para los consumidores, según el estudio de Consumer Reports. Los hallazgos identificaron, según ABC News, una mayor incidencia de residuos de pesticidas en productos importados, particularmente de México.
La investigación distinguió niveles especialmente altos de pesticidas en productos de origen doméstico, incluidos los pimientos y arándanos (tanto frescos como congelados), así como las patatas. En cuanto a las importaciones, se identificó una preocupante concentración de pesticidas en arándanos congelados, apio, hojas de col verde, judías verdes, patatas y fresas (frescas y congeladas).
El informe también destacó niveles elevados de pesticidas en cultivos estadounidenses como las judías verdes, pimientos picantes, col rizada, hojas de mostaza, espinacas, fresas congeladas y sandía. De acuerdo con el diario The Guardian, en el caso de las judías verdes, se encontraron residuos de acefato y metamidofós, pesticidas que llevan años prohibidos en este cultivo, “lo que supone un riesgo alarmante para consumidores, dada la alta toxicidad de estas sustancias”.
Por otro lado, Consumer Reports señaló que, si bien más del 99% de los alimentos probados por el USDA tienen residuos de pesticidas por debajo de los límites legales establecidos por la EPA, muchos de estos límites pueden estar fijados demasiado altos. La organización emplea umbrales más bajos para pesticidas que pueden afectar al sistema neurológico o que se sospecha que son disruptores endocrinos.
La preocupación por la presencia de pesticidas en alimentos se fundamenta en su potencial nocivo para la salud humana, ya que, como explicó a The Guardian Chensheng (Alex) Lu, profesor afiliado en la Universidad de Washington en Seattle, los pesticidas son sustancias diseñadas específicamente para matar organismos.
Sobre esto, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) explica que, “cuando las personas están expuestas durante un largo período de tiempo a cantidades menores de estos pesticidas, pueden sentirse cansadas o débiles, irritables, deprimidas o con dificultades para recordar”.
Investigaciones anteriores han vinculado la exposición crónica a pesticidas con un aumento en el riesgo de enfermedades como el cáncer, la diabetes y enfermedades cardiovasculares. Además, se ha asociado la exposición durante el embarazo a pesticidas, en particular los organofosfatos, con un desarrollo intelectual deficiente y función pulmonar reducida en niños.
El estudio también hace eco de investigaciones previas que vinculan la exposición ocupacional a los pesticidas con un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud, incluyendo la enfermedad de Parkinson, el cáncer de mama y la diabetes. Miles de trabajadores caen enfermos cada año debido a envenenamientos por pesticidas, según datos de CBS News.
Efectos del acefato y el metamidofos
El acefato y el metamidofos son pesticidas organofosforados altamente tóxicos. El acefato se descompone para producir metamidofos como metabolito principal. Es un insecticida que se rocía sobre las plantas para atacar plagas de insectos. El metamidofos, por su parte, es un insecticida que actúa sobre insectos y ácaros móviles, y tiene un efecto repelente sobre los adultos de mosquitas blancas.
El acefato puede contaminar las aguas subterráneas más fácilmente que el metamidofos. El acefato no se considera un contaminante del aire y su vapor no es peligroso para los animales, incluidos los humanos. En dosis altas, el acefato y otros pesticidas organofosforados inhiben las enzimas acetilcolinesterasa en el sistema nervioso
Qué son los organofosforados
Los organofosforados son un grupo de químicos sintéticos altamente tóxicos que se utilizan como plaguicidas artificiales para controlar las poblaciones de insectos. Estos son absorbidos por el tubo digestivo, los pulmones y la piel. Inhiben la colinesterasa plasmática y de los glóbulos rojos, evitando la degradación de la acetilcolina, que de esta forma se acumula en las sinapsis.
La intoxicación por organofosforados se manifiesta como una debilidad y parálisis de los músculos respiratorios, los proximales de las extremidades, faciales y del cuello. Puede persistir varios días y producir una insuficiencia respiratoria grave que requiera ventilación mecánica.
Los organofosforados y los carbamatos causan síntomas colinérgicos debido a la activación de ambos receptores colinérgicos mayores, que se caracterizan como muscarínicos y nicotínicos. El cuadro clínico depende de la vía de entrada, la dosis, el tipo de organofosforado y la susceptibilidad individual.