Tras el informe del fiscal y la defensa de Joe Biden, los republicanos insisten en que su salud no le permite postularse a la reelección

(Washington, Estados Unidos) El jueves fue un mal día para la campaña de Joe Biden. El dictamen del fiscal que investigó el manejo de los documentos clasificados que fueron encontrados en sus domicilios privados lo dejó libre de culpas en el plano legal. Sin embargo le provocó la mayor crisis política de su campaña para la reelección al poner en duda la salud mental del presidente de Estados Unidos.

Con la descripción de fallos en su memoria le pegó en la línea de flotación de su campaña: las dudas de muchos votantes por la edad del mandatario, que con 81 años aspira a ser reelegido por cuatro años más. Por la noche, Biden dio una conferencia de prensa para responder al fiscal y volvió a tener un lapsus, lo que aumentó las críticas de los republicanos.

“Si eres demasiado senil para ser juzgado, entonces eres demasiado senil para ser presidente. Joe Biden no es apto para liderar esta nación”, dijo Alex Pfeiffer, director de comunicaciones de Make America Great Again (MAGA), el comité que dirige la campaña de Donald Trump.

El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, el congresista republicano Mike Johnson emitió una declaración en la que dijo que los problemas de capacidad mental señalados por el fiscal hacen que Biden no este “apto para la Oficina Oval”.

En una declaración conjunta con otros representantes opositores, señaló que “entre las partes más inquietantes de este informe se encuentra la justificación del fiscal para no recomendar cargos: concretamente que la memoria del presidente tenía tales ‘limitaciones significativas’ que no pudo convencer a un jurado de que el presidente tenía un ‘estado mental’ de sanidad que un delito grave requiere”.

“Un hombre demasiado incapaz de ser considerado responsable por mal manejo de información clasificada no es apto para el Despacho Oval”, agregó Johnson en la declaración que también firman los congresistas republicanos Steve Scalise, Tom Emmer y Elise Stefanik.

Incluso el rival testimonial de Biden en la interna demócrata, el representante Dean Phillips, aprovechó para golpear al presidente por el informe del fiscal. “Simplemente afirma lo que la mayoría de los estadounidenses ya saben, que el presidente es un buen hombre pero no puede continuar sirviendo como nuestro comandante en jefe más allá de enero de 2025″, dijo Phillips.

Horas después de conocido el informe del fiscal especial Robert Hur que investigó su uso de papeles confidenciales luego que abandonó la vicepresidencia durante las administraciones de Barack Obama, Biden dio una conferencia de prensa en la que se mostró muy molesto.

“El fiscal dice que no me acuerdo la muerte de mi hijo. Cómo diablos se atreve”, dijo el presidente apretando los dientes. Además dijo que su memoria funciona perfectamente bien.

Sin embargo, cuando se iba de la conferencia, le lanzaron una pregunta sobre la guerra en Gaza que hizo al presidente retroceder para volver al atril y mientras respondía cometió otro lapsus.

“Como saben, inicialmente, el presidente de México, Sisi, no quería abrir la puerta para permitir el ingreso de material humanitario, yo le hablo, lo convenzo para que abra la frontera”, dijo Biden, confundiendo Egipto con México.

Este tipo de errores en los discursos de Biden fueron frecuentes en toda su carrera política. Pero a la luz de sus 80 años y su amplia exposición pública como presidente, se volvieron más frecuentes y objeto de cuestionamientos por la habilidad mental para una persona que debe tomar cientos de decisiones muy relevantes por semana.

El Washington Post recuerda este viernes como el informe del fiscal y el lapsus sobre México y Egipto llega un día después de haber cometido otro error similar al confundir dos veces al ex canciller alemán Helmut Kohl con Ángela Merkel. Dijo que se había reunido con él en 2021, cuando Kohl dejó el cargo en 1998 y murió en 2017.

El lunes había tenido un error similar al nombrar a Francois Mitterrand por querer citar al actual presidente francés Emmanuel Macron.

Este asunto sobre su memoria, derivado del informe del fiscal le pega directamente donde más dudas tienen los votantes sobre Biden. Una encuesta conocida esta semana, revela que tres cuartas partes de los electores de Estados Unidos, incluídos la mitad de los demócratas, dicen estar preocupados por la salud mental del mandatario.

Según la encuesta de NBC News, 76% de los votantes dice que tiene preocupaciones importantes o moderadas sobre el tema. Cuando se desglosa por partido, incluso la mayoría de los demócratas (54%) tienen esa preocupación por la aptitud de Biden para un nuevo mandato.

El informe del fiscal Hur tiene 345 páginas y deja a Biden libre de culpas por el manejo de los documentos clasificados encontrados en sus viviendas.

Pero sin embargo presenta al presidente como un anciano con mala memoria. Según el fiscal, Biden no se acuerda de la muerte de su hijo, lo describe como dubitativo y describe que durante muchas oportunidades debía mirar apuntes.

Por ejemplo, describe como Biden no recordaba cuándo dejó la vicepresidencia, ni cuando empezó empezó el primer mandato de Obama.

El presidente fue interrogado por el fiscal durante 5 horas los días 8 y el 9 de octubre, tan solo horas después del ataque de Hamas a Israel. En su defensa Biden dijo que ese asunto lo tenía muy ocupado por esas horas.