La importancia de mantener limpias las botellas de agua reutilizables trasciende el simple acto de preservar la estética del recipiente; se trata de una cuestión de salud. Expertos en enfermedades infecciosas y microbiología resaltan la necesidad de limpiar estos recipientes con regularidad para evitar el desarrollo de bacterias que podrían resultar en enfermedades.
La hidratación juega un papel crucial en el bienestar general del organismo, favoreciendo procesos como la digestión, la regulación de la temperatura corporal, la protección de tejidos sensibles y el soporte de las articulaciones. De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), es fundamental ingerir una cantidad adecuada de agua diariamente, la cual varía entre 2,7 y 3,7 litros para mujeres y hombres respectivamente, en el rango de edad de 19 a 30 años.
Marcas reconocidas como Stanley, Hydro Flask y Yeti ofrecen productos diseñados no solo para mantener la temperatura de los líquidos gracias a interiores aislantes, sino también para adaptarse a diversos estilos de vida con su amplia gama de colores y tamaños, mientras se cumple con la meta de hidratación diaria recomendada. Sin embargo, tan importante como seleccionar una botella adecuada, es comprometerse a su limpieza frecuente.
El agua puede adquirir un sabor amargo y desagradable si la botella no se mantiene limpia, además de los riesgos para la salud que conlleva el consumo de agua contaminada por bacterias. Sobre esto, expertos consultados por NBC News sugieren que la limpieza no debe tomarse a la ligera, sino considerarse una rutina esencial en el cuidado de estos recipientes.
Limpieza diaria
Según la Dra. Sharon Nachman, jefa de la división de enfermedades infecciosas pediátricas en la Escuela de Medicina Renacimiento de la Universidad de Stony Brook, “la limpieza diaria es esencial. Esto implica desarmar la botella, vaciar el agua y limpiar todas las piezas todos los días” dijo a NBC News.
La acumulación de microbios, organismos microscópicos que existen en varios entornos, incluido el cuerpo humano, es lo que se busca prevenir con esta acción. Aunque algunos de estos microbios son inocuos, otros pueden provocar enfermedades graves. “El agua estancada nunca es buena en una botella de agua”, advirtió Nachman y añadió que dependiendo de la temperatura a la que se exponga el agua estancada, puede comenzar a desarrollar bacterias.
Cómo hacer la limpieza
Según el Dr. Philip Tierno, profesor clínico en el departamento de patología de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (NYU), el uso de agua tibia y jabón líquido suave es la combinación ideal para este propósito. El motivo de esta recomendación es que los surfactantes presentes en los jabones suaves ayudan a que las moléculas de agua sean más solubles en grasa y reducen la tensión superficial del agua, lo cual facilita la destrucción de los microbios.
Según el experto, también es importante la utilización de agua tibia para disolver el jabón de manera correcta, puesto que el agua fría puede disminuir la efectividad del proceso de limpieza, explicó Nachman.
Además del agua y jabón, existen ingredientes comunes en nuestros hogares, como el vinagre blanco destilado y el bicarbonato de sodio, que pueden ser útiles en la limpieza de estos recipientes. Aunque el vinagre no es un poderoso agente antimicrobiano, es eficaz para eliminar partículas grasas, y el bicarbonato de sodio se destaca por liberar “material gaseoso” que facilita la extracción de partículas, según afirma Tierno. “Esto hace que sea muy hostil para un organismo sobrevivir”, agrega.
Una consideración importante para la limpieza a fondo es el uso de herramientas adecuadas. Las botellas de agua, especialmente aquellas con pajitas y tapas, presentan pequeñas grietas y espacios difíciles de alcanzar con una esponja convencional. En este sentido, el uso de un pequeño cepillo de cerdas puede ser indispensable para garantizar una limpieza profunda y eficaz de estas áreas.
Cuándo realizar la limpieza
La flora bacteriana que se desarrolla en la boca después de comer, sin una higiene dental adecuada, es una fuente de contaminación para las botellas. Estas partículas de comida, junto con la saliva, se transfieren a la botella y se convierten en un sustrato ideal para la proliferación microbiana, según explicó el experto Tierno.
El principal indicador de una botella que necesita ser limpiada es el mal olor y el sabor amargo del agua. Este fenómeno se agudiza si se consume alimentos mientras se bebe de la botella, ya que aumenta la cantidad de partículas transferidas. “La limpieza regular es fundamental para evitar la producción de microbios en las botellas de agua, un pequeño esfuerzo que puede tener grandes beneficios para la salud”, enfatizó Tierno.
Uso del lavavajillas
En el debate actual sobre la eficacia en la limpieza de botellas de agua reutilizables, surge un contraste de opiniones entre expertos respecto al método más apropiado: el lavado a mano frente al uso del lavavajillas. El empleo de ciclos germicidas en lavavajillas, según Tierno, presentan una notable eficiencia gracias a las altas temperaturas que aplican, capaces de destruir patógenos dañinos. Estos “ciclos de sanitización” ofrecen, por tanto, un método de desinfección altamente eficaz al aplicar calor suficiente para acabar con los gérmenes.
Sin embargo, la utilización de detergentes en cápsulas en los lavavajillas suscita preocupaciones, según Nachman. La composición química de estos detergentes, más fuerte en comparación con los líquidos habituales, podría no ser la mejor opción para la limpieza de las botellas, afectando negativamente su durabilidad y seguridad.
A ello se suma la posibilidad, señalada por Tierno, de que el lavado a mano proporcione una limpieza más meticulosa y completa, dado que los lavavajillas podrían no alcanzar todos los rincones de la botella. “Los lavavajillas podrían tener dificultades para rociar y limpiar adecuadamente la totalidad de la botella y sus piezas”, argumentó Tierno.