Un pueblo de Cantabria abre un laberinto natural gigante: 7.000 metros cuadrados y 8 km de recorrido

Los senderos o los laberintos naturales son actividades de interés para hacer con familia y amigos. Así, en Entrambasaguas, un municipio y localidad española de la comunidad autónoma de Cantabria, situado en la comarca de Trasmiera, se ha inaugurado un laberinto natural que cuenta con 7.000 metros cuadrados y 12.000 cipreses de leyland.

Los cipreses, alineados para formar intrincados pasillos, forman el paisaje del laberinto natural Tilde, que es una de las creaciones más grandes y complejas de España. Este majestuoso proyecto ha sido ideado por Ángel Rábago, un emprendedor de 75 años de la localidad cántabra, quien ha logrado finalizar con gran éxito este trabajo gracias a la ayuda de familiares y amigos, según informa Europa Press.

La entrada del laberinto está flanqueada por hayas y rodeada de robles, lo que refuerza el valor medioambiental del proyecto. Este lugar no solo representa un reto para aquellos que buscan poner a prueba su capacidad de orientación y paciencia, sino que también se integra armoniosamente con el entorno natural de Cantabria.

Este laberinto ha generado una importante atracción turística en la región. Desde su apertura, ha recibido una media de un centenar de visitantes diarios. Además, cuenta con una cafetería, que abrirá próximamente, así como una página web en desarrollo. Por su parte, el precio de la entrada es de 5 euros para adultos y 3 euros para niños.

El recorrido total del laberinto es de aproximadamente nueve kilómetros, un desafío que puede llevar varias horas dependiendo de la habilidad de quien se atreva a adentrarse. Rábago, en sus declaraciones a Europa Press, señaló que “es como un campo de fútbol de Primera División”, y comparó sus dimensiones con las de un campo de fútbol de 100 metros de largo y 70 de ancho.

Asimismo, la altura de dos metros de los cipreses suponen un verdadero desafío para los aventureros. Un visitante relató a Noticias Cuatro que: “Aquí se metió un alemán y se tiró siete horas y media y no fue capaz de salir”. Por otro lado, otros aventureros añadieron que: “Nosotros hemos venido con el agua preparados y los pequeños con el walkie-talkie”.

La concepción del proyecto surgió cuando Rábago vio un laberinto en televisión hace tres o cuatro años. Desde entonces, ha trabajado incansablemente para crear este espacio que no solo ofrece entretenimiento, sino que también tiene un objetivo de desarrollo económico para la zona. “Con esta iniciativa espero generar empleo y riqueza local”, señaló Rábago, quien expresó su deseo de que este laberinto se convierta en un punto de referencia para posibles visitas escolares debido a su valor didáctico y medioambiental.

Igualmente, el nombre que le han dado al proyecto, Tilde, es un homenaje a la perra de Rábago, quien lo acompañó durante la construcción del laberinto y falleció. “Estaba noche y día conmigo, mientras limpiaba o cavaba”, recordó con cariño el promotor del recinto. Ahora Tilde se une al laberinto de Villapresente en Reocín, como los mayores laberintos en la región. No obstante, es este nuevo el que se consagra como el más grande y complejo de Cantabria.