Zaragoza, 16 nov (EFE).- Las 57 personas que resultaron ilesas este viernes en el incendio de la residencia de Villafranca de Ebro (Zaragoza) y que fueron realojadas horas después en el centro de Vitalia Huesca se encuentran bien, "tranquilos y en periodo de adaptación", preocupados por sus pertenencias y también por sus familiares, de los que están recibiendo visitas.
Personal de la residencia siniestrada y voluntarios del Colegio de Trabajadores Sociales atienden por turnos a estas 57 personas mayores dependientes y personas con enfermedad mental, realojadas este viernes en Huesca, que se encuentran "sorprendentemente tranquilos" y que han pasado buena noche, aunque a algunos les ha costado más dormir.
El personal que les atiende les ha llevado libros y música para entretenerles y les ayuda a tranquilizarlos porque aunque algunos no son conscientes de lo sucedido en la residencia psicogeriátrica Jardines de Villafranca, en la que fallecieron diez compañeros y otros dos resultaron heridos, otros sí lo son, según ha explicado a los medios Belén, una de las terapeutas ocupacionales de la residencia zaragozana que forma parte del equipo de auxiliares y técnico que los atiende en el centro oscense.
Esta residencia de Huesca está acabada y lista para poder abrir pero no estaba aún operativa a falta de una autorización administrativa para comenzar a funcionar en diciembre, y fue el lugar elegido por el Gobierno de Aragón para reubicar a estos residentes tras el incendio.
Hasta el lugar se han desplazado familiares de los mismos para visitarlos y comprobar que están bien y también voluntarios del colegio de trabajadores sociales que se organizan por turnos para atender a los residentes, algunos de los cuales ya lo hicieron el viernes en la propia residencia incendiada.
Permanecerán todo el fin de semana "por turnos" en el centro de Huesca, según ha explicado una de ellas, Yolanda Obón, del grupo de intervención de trabajadores sociales del colegio profesional.
Según Obón, los residentes están "agradecidos" de poder estar en las instalaciones de Huesca, "tranquilos y en periodo de adaptación" porque quieren "volver a sus rutinas".
Hasta la residencia de Huesca se ha trasladado también este sábado Carlos Vela, el hijo de una de las residentes que resultó ilesa del incendio y que ha sido reubicada, a la que vio ayer en Villafranca de Ebro y a la que esperaba ver este sábado tras su reubicación.
Vela ha explicado que se enteró del incendio por la radio y que acordó con su hermano desplazarse hasta Villafranca, donde la Guardia Civil le comunicó que su madre estaba bien y después pudieron verla.
Llevaba, ha dicho, unos tres años ingresada en la residencia incendiada, cuyas condiciones, ha agregado estaban "bien". EFE
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