Madrid, 7 nov (EFE).- La reina ha pedido este miércoles a varias entidades sociales dedicadas a la salud y a la discapacidad que la labor de ayuda a los afectados por la dana, que ha agradecido, se prolongue en el tiempo debido a los daños profundos que se han sufrido.
Doña Letizia ha mantenido este miércoles en la Zarzuela una reunión con entidades sociales de ámbito nacional dedicadas a la salud y a la discapacidad para conocer, de primera mano, cómo es la situación de los afectados por esta catástrofe que, según las asociaciones, podrían ser unas 800.000 personas, una cifra equivalente a la población de la ciudad de Valencia.
A través de Cruz Roja, Asociación Española Contra el Cáncer, Federación Española de Enfermedades Raras, ONCE, Confederación Salud Mental y CERMI, la reina ha conocido las diferentes iniciativas en las que están trabajando para atender a los afectados, especialmente a personas con necesidades especiales como discapacidades, procesos oncológicos, enfermedades raras, salud mental, entre otros.
En el encuentro, doña Letizia ha pedido que como “los daños van a ser profundos y van a requerir mucho tiempo, esa atención constante y sostenida en el tiempo se prolongue más allá de los nueve días que llevamos”.
Cruz Roja, según ha explicado su coordinadora general, María Ángeles Cacereño, participa en la emergencia con cerca de dos mil personas que, además de labores de limpieza y desescombro con equipos multidisciplinares, prestan asistencia sanitaria inmediata y primeros auxilios psicológicos, ya que en todos los equipos hay integradas personas especializadas en intervención psicosocial.
Paralelamente a estas labores de limpieza, Cruz Roja cuenta con equipos encargados de distribuir materiales y alimentos - colaborando con la UME- y de identificar necesidades de la población. Y, de acuerdo con el Colegio de Farmacéuticos de Valencia, voluntarios llevan a domicilios las medicinas necesarias.
Isabel Orbe, directora general de la Asociación Española Contra el Cáncer, cuyo equipo de atención social ha atendido a 471 personas en estos días, ha explicado la labor de apoyo a pacientes de cáncer para su traslado a los hospitales para el tratamiento oncológico acompañados por voluntariado, la gestión de alojamiento para pacientes que han perdido su hogar o que por causa de la dana tengan muy complicado desplazarse hasta el hospital desde su domicilio, así como atención psicológica que han prestado a 75 pacientes y 12 menores.
Desde FEDER, Isabel Motero ha puesto de manifiesto la pérdida que han sufrido muchas familias de los productos ortopédicos y la necesidad de garantizar el mantenimiento de las terapias y el acceso por parte de las personas con enfermedades raras, ya que los afectados no pueden acudir a las terapias rehabilitadoras. También han destacado que el hecho de que las familias estén limpiando y desescombrando hace que no puedan cuidar a personas con una discapacidad severa.
Nel González Zapico, presidente de la Confederación Salud Mental España, ha trasladado a la reina la petición "imprescindible" de la Federación de Salud Mental de la Comunidad Valenciana para que "se diseñen herramientas que contrasten de forma inmediata la veracidad de las informaciones para que no se sigan generando bulos que aumentan la angustia y desesperanza en la población y que incrementan el riesgo de la conducta suicida".
La ONCE ha trasladado a la reina cómo, entre otras actuaciones, equipos formados por técnicos de movilidad, trabajadores sociales y psicólogos están recorriendo las zonas más afectadas para atender a quienes lo necesiten y están analizando el terreno para abrir vías de tránsito de personas ciegas desde sus domicilios a puntos de salida de autobuses.
Miguel Carballeda, presidente del consejo general de la ONCE, ha explicado también que se ha abierto una cuenta para las aportaciones de sus afiliados y empleados destinados a los afectados.
Esta reunión de la reina se ha producido un día después de los encuentros que mantuvo Felipe VI con representantes de confederaciones empresariales, de seguros y financieras y los sindicatos UGT y CCOO. EFE
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