Madrid, 25 oct (EFE).- La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha defendido la necesidad de implantar un modelo de atención integral a los menores víctimas de violencia sexual -conocido como Barnahus- que genera espacios de seguridad en la justicia: "Los niños no solo necesitan ser protegidos, sino también escuchados".
Rego ha inaugurado la jornada dedicada a los avances del modelo Barnahus, un proyecto conjunto de la Unión Europea y el Consejo de Europa para que todos los menores víctimas de la violencia se beneficien de un acceso a la justicia amigable y de unos servicios de protección de la infancia reforzados en las comunidades autónomas.
En la sede del Ministerio de Juventud e Infancia expertos internacionales han evaluado este viernes la primera fase del proyecto de justicia amigable. "Es un proyecto exitoso que pone en el centro a los niños y a las niñas y sus derechos, sobre todo en elementos que son dolorosísimos, como son la violencia sexual contra la infancia, ha explicado Rego.
Durante su intervención ha destacado la colaboración con las comunidades autónomas en el arranque de esta iniciativa y ha explicado que toca ahora abordar la segunda fase para seguir desarrollando e implantando la ley de protección a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (Lopivi).
"Los niños no solo necesitan ser protegidos, sino también escuchados", ha destacado la ministra quien ha apelado seguir trabajando para que la violencia sexual no sea un "asunto privado" que se aborde solo delante de una pantalla. "Hay que sacarlo de ahí y ponerlo en el centro del debate público".
"Este proyecto, con un enfoque multidisciplinar, nos permite crear espacios amigables donde los menores puedan acceder a una justicia adaptada y eficiente. Bajo un mismo techo se sitúan los servicios de justicia, sanidad y los servicios sociales", ha concluido. EFE