Málaga, 8 oct (EFE).- Especialistas del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) y del Hospital Clínico Virgen de la Victoria de esta ciudad han ofrecido una nueva vía terapéutica que reduce el riesgo de pancreatitis en personas con niveles extremadamente altos de triglicéridos en sangre.
En un artículo publicado en la revista científica 'CellPress', los investigadores hacen una propuesta novedosa sobre el uso de nuevos fármacos y lideran un ensayo clínico en uno de ellos, el Olezarsen, ha informado este martes el Ibima en un comunicado.
Los triglicéridos son un tipo de grasa que circula en nuestra sangre y, aunque en niveles normales son necesarios para el funcionamiento del organismo, cuando se acumulan en exceso, en forma de partículas de gran tamaño (quilomicrones), pueden volverse peligrosos.
Las personas con niveles muy altos de triglicéridos (quilomicronemia) corren un riesgo elevado de sufrir ataques de pancreatitis aguda, una inflamación del páncreas muy dolorosa y potencialmente mortal.
Los científicos implicados en este trabajo han revisado las causas y consecuencias de la elevación grave de los triglicéridos y han explicado que en la mayoría de los casos se deben a otros factores como la obesidad o la diabetes (quilomicronemia multifactorial) y que estos pacientes están predispuestos a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y pancreatitis.
Estos casos suelen responder a la dieta, el control de dichos factores y a fármacos como los fibratos o derivados omega 3.
Por el contrario, existe una enfermedad rara -quimomicronemia familiar- debida a defectos genéticos que impiden la degradación de los triglicéridos, asociada a una alta incidencia de pancreatitis desde edades muy tempranas.
Hasta hace tan solo dos años, las opciones de tratamiento en este proceso eran limitadas -dieta estricta y muy baja en grasas-, lo que dificultaba mucho el manejo de la enfermedad.
En este artículo, los autores repasan los ensayos realizados con nuevas terapias dirigidas a esta rara enfermedad (Volanesorsen y Olezarsen) y destacan el excelente perfil de seguridad de éste último.
Estos fármacos actúan, entre otros mecanismos, reduciendo la producción de una proteína llamada apolipoproteína C-III (apoC-III).
Esta proteína juega un papel clave en el metabolismo de las grasas, y su inhibición permite que los triglicéridos se degraden de forma más eficiente, reduciendo así su acumulación en forma de quilomicrones en el torrente sanguíneo.
De modo complementario a la dieta, estas terapias no solo pueden reducir hasta un 70 por ciento los niveles de triglicéridos, sino que, con la contribución de mecanismos adicionales al referido -no del todo conocidos-, reducen drásticamente la incidencia de pancreatitis.
El artículo expone la experiencia de su grupo con Volanesorsen en un paciente joven con uno de estos defectos genéticos y múltiples ingresos previos por episodios de pancreatitis que, independientemente de la reducción de triglicéridos -inferior al 5 por ciento, por la dificultad de seguir la dieta-, solo presentó un episodio de pancreatitis en un año de tratamiento.
Tras el ensayo con Olezarsen, los autores proponen, de cara a la autorización de su uso por las autoridades reguladoras, que no solo se contemple el objetivo de reducción de triglicéridos, sino la reducción en la incidencia de pancreatitis, su consecuencia más grave.
Esto permitiría continuar el tratamiento en pacientes que, debido a la gran dificultad de seguir una dieta tan estricta -menos de 20 gramos de grasa total al día-, no alcanzan la reducción exigida en los niveles de triglicéridos y, sin embargo, pueden beneficiarse de una reducción drástica en sus episodios de pancreatitis. EFE