Estudios sobre la microglía y bases genéticas, becados por la Fundación Maragall

Investigaciones sobre la microglía en el alzhéimer y la creación de una base de datos genómica en la península ibérica son los principales proyectos financiados por la fundación Pasqual Maragall

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(Actualiza la EX1148 con más detalles de las becas de la Fundación Pasqual Maragall)

Alicante/Barcelona, 7 oct (EFE).- Un estudio sobre el papel de la microglía en la enfermedad del Alzheimer mediante una nueva técnica de imagen cerebral no invasiva y otro sobre cómo mejorar las bases genéticas de patologías cerebrales han sido becados por la Fundación Pasqual Maragall.

Esta fundación dispone del Pasqual Maragall Researchers Programme (PMRP), dotado con 1,6 millones de euros y que tiene como objetivo promover iniciativas innovadoras centradas en el alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas vinculadas a la edad.

Uno de los proyectos becados es del Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que estudiará el papel de la microglía en la enfermedad del Alzheimer mediante una nueva técnica de imagen cerebral no invasiva.

El laboratorio Biomarcadores de Imaging Traslacional, dirigido por la investigadora Silvia De Santis en el Instituto de Neurociencias (IN), ha desarrollado una técnica que permite monitorizar la microglía para llevar a cabo este estudio.

Las microglías son células inmunitarias que se encuentran en el cerebro y la médula espinal, cuya función principal es actuar como la primera línea de defensa del sistema inmunológico en el cerebro.

El laboratorio que lidera De Santis en el IN ha desarrollado una nueva técnica de imagen cerebral no invasiva, basada en imagen por resonancia magnética (MRI) ponderada en la difusión de agua, que permite monitorizar la microglía.

El objetivo del proyecto es aplicar esta tecnología en un modelo animal de la enfermedad de Alzheimer y, posteriormente, adaptarla a pacientes humanos, según han informado fuentes del IN en un comunicado.

En colaboración con el Estudio Alfa del Barcelonaβeta Brain Research Center, que sigue a una cohorte de pacientes desde hace más de 10 años, los investigadores buscarán integrar este nuevo protocolo en futuras exploraciones cerebrales.

Además, se utilizará inteligencia artificial (IA) para mejorar la interpretación de imágenes previas, aumentando su resolución y permitiendo analizar el estado de activación de la microglía en imágenes ya adquiridas.

"La inflamación cerebral mediada por microglía es uno de los factores clave en las primeras fases del alzhéimer. Este trabajo nos permitirá obtener una mejor comprensión de su papel en la progresión de la enfermedad y podría abrir la puerta a nuevas terapias", ha indicado De Santis.

El Estudio Alfa también proporciona datos sobre individuos que están en riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. De hecho, algunos de los participantes han desarrollado algunos síntomas de la enfermedad durante el periodo de seguimiento, lo que permitirá a los investigadores analizar sus imágenes cerebrales en estadios muy tempranos de la enfermedad.

"La caracterización de la microglía podría ofrecer una oportunidad para adelantar el diagnóstico, al detectar alteraciones en fases previas al deterioro cognitivo. De esta manera, se podrían identificar nuevos factores de riesgo, permitiendo un seguimiento más personalizado y mejorando el pronóstico de la enfermedad”, ha resaltado De Santis.

El segundo proyecto está dirigido por el doctor Alberto Rábano, director del Banco de Tejidos del Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas (CIEN), y se centrará en comprender mejor las bases genéticas de diversas patologías cerebrales.

Rábano trabajará en la creación de la mayor base de datos neuropatológicos de la península ibérica, combinando datos genómicos detallados con una clasificación neuropatológica actualizada, para perfeccionar las herramientas de diagnóstico temprano y evaluación de riesgos.

Esta investigación, realizada en colaboración con la responsable del programa de Genómica de la Fundación ACE, Victoria Fernández, tiene el propósito de perfeccionar las herramientas de diagnóstico temprano y evaluación de riesgos. EFE

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