Barcelona, 2 oct (EFE).- Un consorcio europeo con 25 socios públicos y privados, codirigido por el Hospital Vall d'Hebron y Siemens, prevé desarrollar soluciones basadas en Inteligencia Artificial (IA) y tecnologías digitales para la atención a los pacientes con ictus, y se espera poder reducir la recurrencia de esta enfermedad en un 15 %.
Los doctores Begoña Benito y Carlos Molina, directora del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR, en sus siglas en catalán) y jefe de sección Ictus del servicio de Neurología del Hospital, respectivamente, y los representantes de Siemens Healthineers Sourabh Pagaria y Hanno Herman, han presentado este miércoles en rueda de prensa en Barcelona este consorcio, denominado UMBRELLA.
Más de un millón de personas sufren un ictus cada año en Europa, y unos diez millones de personas viven con secuelas a largo plazo, lo que convierte a esta enfermedad en una de las principales causas de discapacidad en adultos en el continente.
Padecer un ictus supone la muerte de unas 460.000 personas al año en Europa, y se prevé que la incidencia de los accidentes cerebrovasculares aumente en los próximos años debido al envejecimiento de la población y a una mayor exposición a factores de riesgo como la obesidad o la diabetes.
El proyecto que codirigen los especialistas del VHIR tendrá una duración de cinco años, hasta 2029, y cuenta con un presupuesto total de 26,9 millones de euros, de los que 14,8 millones provendrán de la Innovative Health Initiative (IHI), que es una colaboración entre el programa Horizon Europe de la UE y cinco asociaciones industriales.
Los 12,1 millones de euros restantes serán sufragados por los socios industriales de UMBRELLA, entre los que se encuentra Siemens Healthineers, Philips Medical, AstraZeneca, Janssen Research y Dalichi Sankyo, entre otros, además de pymes y empresas privadas.
El proyecto reúne a un consorcio formado por siete hospitales de primer nivel de España, Italia, Bélgica, Suiza, Alemania y los Países Bajos, infraestructuras europeas de investigación y una veintena de organizaciones privadas.
Según ha explicado el doctor Molina, el nuevo consorcio europeo "acelerará el acceso a diagnósticos y tratamientos innovadores y personalizados a miles de pacientes en Europa" y se espera poder reducir en un 15 % la recurrencia por nuevos ictus, así como un 25 % los reingresos hospitalarios de pacientes de ictus por otras causas.
Se trata, ha añadido, de tener "un enfoque holístico que abarque el diagnóstico, la prevención y la atención sanitaria" una vez que el paciente ha vuelto a su domicilio, con controles a través de aplicaciones informáticas (actualmente se usa una denominada NORA en Vall d'Hebron) para hacer el seguimiento diario de los pacientes.
El director global de prevención secundaria de accidentes cardiovasculares de Siemens Healthineers, Hanno Hermann, ha informado, por su parte, de que "apoyamos el enfoque único del consorcio para utilizar tecnología innovadora, validada por datos del mundo real".
Además, el proyecto aprovechará el potencial de la inteligencia artificial (IA) y las tecnologías digitales para transformar el diagnóstico del ictus, reducir el tiempo de tratamiento y mejorar los resultados clínicos a largo plazo.
Uno de los objetivos del proyecto es construir una plataforma de datos federada que servirá de base para crear y validar algoritmos de IA basados en datos recopilados en todo el consorcio, "lo que permitirá hacer diagnósticos personalizados avanzados, predecir riesgos y tomar decisiones de tratamientos para los pacientes con ictus", han indicado fuentes del VHIR.
Pere Iglesias, vecino de La Garriga (Barcelona), ha asistido a la presentación del nuevo consorcio europeo para mejorar la atención al ictus como una parte esencial de todo el proceso, que él ha vivido en primera persona como paciente.
El 11 de septiembre de 2023 Iglesias comenzó a sentir que se le torcía la boca y su mujer, Maria Teresa, se percató rápidamente de que podía ser un ictus y llamó al 061, que desplazó a una ambulancia con la que le trasladaron al Hospital de Granollers.
Allí fue atendido "muy bien", según ha explicado a EFE, en coordinación con el servicio de Ictus de Vall d'Hebron, que valoró que debía ser trasladado al hospital barcelonés cuando Pere se dio cuenta de que una de sus manos se agarrotaba.
"En Vall d'Hebron me esperaban dos neurólogos a pie de ambulancia que me explicaron que debía operarme para colocar un 'stend' en las carótidas porque había peligro" de que pudiese padecer consecuencias muy graves.
Apenas cuatro días después, Pere y Maria Teresa pudieron volver a casa con la aplicación NORA, que facilita el seguimiento de la enfermedad y ayuda a los pacientes en caso de dudas.
"Estamos encantados con el seguimiento", ha asegurado la esposa de Iglesias, que es su cuidadora principal, y que también ha querido agradecer la labor de su doctora de cabecera en la atención primaria. EFE
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