Una española que vive en Holanda asegura que la “sanidad fuera de España es una mierda”

La sanidad española es la tercera de Europa y la quinta del mundo en calidad, tal y como reveló en 2023 el portal Radar Healthcare. Para la elaboración de este ranking, la plataforma tuvo en cuenta diferentes factores, entre ellos: la calidad de la atención médica, los salarios anuales de los sanitarios, la cantidad de hospitales de cada país y la cantidad total del coste económico que supone la atención médica al año.

Este análisis deja claro que el Sistema Nacional de Salud español destaca sobre el de otros países. Por ello, no es de extrañar que sea uno de los aspectos que más echamos en falta cuando nos mudamos a otro estado. Como es el caso de Nei, una española que reside en Groningen, Países Bajos.

Según ha asegurado la creadora de contenido (@neivlogss) en un vídeo publicado en su perfil de TikTok, “la sanidad fuera de España es una mierda” y ha explicado la razón. Cuenta que es la segunda vez que acude a consulta en Países Bajos y que a pesar de que su médico sea “un encanto, un amor, majísimo”, que te puedan atender es algo más complicado.

Para empezar, detalla que es necesario contar con un seguro porque “todo es privado” y que hay que concertar cita a través de una plataforma que se llama Students Arts porque “si vas a urgencias no te atienden”. Relata que la primera vez que acudió fue por un dolor de hombro que la está “matando” y que el sanitario simplemente le recetó “ibuprofeno dos veces al día”.

Cuenta que ha vuelto a consulta por este mismo dolor y que esta vez ha sentido que le han hecho algo más de caso. Sin embargo, el profesional no había considerado hacerle una radiografía ni recetarle antiinflamatorios hasta que Nei no se lo ha mencionado. “A ti no te van a decir creo que tienes esto”, menciona.

“Llevo cuatro meses con un dolor de hombro que me está matando y sé que es por el trabajo, pero no sé lo que tengo”, se queja la española. Por ello, le ha solicitado a su médico un escrito para dárselo a sus jefas y decirles que hay determinadas tareas que no puede realizar como, por ejemplo, coger peso. Comenta que el profesional se ha mostrado en todo momento muy amable, se lo ha redactado y le ha dicho que se lo imprimirían en secretaría. El verdadero problema ha llegado cuando se ha enfrentado a las trabajadoras de recepción.

La joven relata una experiencia frustrante en el centro de salud, donde ha percibido una gran diferencia en el trato entre dos trabajadoras: una amable (“la Maja”) y otra con actitud distante (“la borde”). Explica que le ha solicitado a la empleada simpática que le imprimiera una nota médica, pero cuando ha regresado, ha sido atendida por la otra trabajadora, quien le ha respondido que ese tipo de documentos no se imprimen ni se redactan allí.

A pesar de que su médico le había proporcionado el historial, señala que no le sirve de nada porque no contiene pruebas médicas concretas. Además, critica los largos tiempos de espera y la falta de seguimiento, y afirma que en ocasiones es el propio paciente quien debe dirigir la consulta. Aunque considera a su médico agradable, lamenta la falta de implicación y proactividad: “un poquito más de ganas, un poquito más de algo”.