Una de cada diez personas en España sufre síndrome del colon irritable, un total de 360.000 pacientes que viven su día a día con dolor abdominal, diarrea, cansancio y fatiga. Este trastorno que afecta al estómago es una afección crónica y necesita tratamiento a largo plazo.
Las causas del síndrome de colon irritable, aunque se sabe que las infecciones, el estrés a una edad temprana y los cambios en la microbiota intestinal pueden interferir en su aparición. Otro de los factores destacables, según la clínica Mayo, son las contracciones musculares o los espasmos en el intestino.
Los espasmos intestinales pueden convertirse en un problema de salud si no se tratan a tiempo, con complicaciones que pueden afectar a los pulmones, al sistema respiratorio o al digestivo. Estos movimientos incontrolables de la zona abdominal resultan molestos para quien los sufre, sin saberse exactamente qué es lo que los provoca. Para tratarlos, algunos médicos recetan buscapina, un medicamento antiespasmódico y antisecretor gástrico.
La buscapina
Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), el principio activo de la buscapina, el butilescopolamina bromuro, se engloba dentro del grupo de los Alcaloides semisintéticos de la Belladona, un compuesto que posee acción antiespasmódica sobre el músculo liso de los tractos gastrointestinales, biliar y genitourinario. Por ello, los profesionales de la salud lo prescriben para tratar espasmos del tracto gastrointestinal, trastornos de la motilidad de las vías biliales y espasmos del tracto genitourinario.
Este fármaco se vende comúnmente en forma de píldoras, de 10 mg cada una. Una vez ingerido, actúa como agente anticolinérgico, es decir, bloquean la acción de la acetilcolina, un neurotransmisor que provoca contracciones musculares, entre otras funciones. La buscapina bloquea los receptores muscarínicos, componentes esenciales del sistema nervioso parasimpático, que controla las funciones involuntarias del cuerpo; y relaja la musculatura lisa. Al inhibir estos impulsos, la buscapina reduce los espasmos musculares y alivia el dolor asociado a estas contracciones.
Quién debe tomar buscapina
La buscapina 10 mg está indicada para personas que sufren espasmos intestinales mayores de 6 años. No se debe tomar si se padece alguna alergia a sus componentes, si sufre presión del ojo (glaucoma de ángulo estrecho), padece hipertrofia de la próstata, sufre retención de orina, estenosis mecánica del tracto intestinal, parálisis intestinal, taquicardia, megacolon (colon anormalmente grande) o miastenia gravis, una enfermedad crónica que provoca debilidad muscular. Tampoco podrá usarse durante el embarazo o la lactancia.
La dosis recomendada es de 1 ó 2 comprimidos, de tres a cinco veces al día, siempre administrados por vía oral. La dosis diaria, en cualquier caso, no debe sobrepasar los 100 miligramos, es decir, no se deben tomar más de 10 comprimidos al día.
En caso de superar este máximo, es importante buscar atención médica de forma inmediata. Los síntomas de sobredosis de buscapina pueden incluir agitación, confusión, alucinaciones, falta de coordinación, visión borrosa, náuseas, vómitos, fiebre, taquicardia y problemas respiratorios. Si sufre alguno de estos síntomas, es crucial que lo comunique al personal médico, indicando la cantidad ingerida y el tiempo transcurrido desde la toma.