
Los restaurantes, al ser un negocio en el que la imagen que dan al público es esencial, son conscientes de la importancia de las reseñas. Una buena puntuación en este sector puede hacer que tu negocio se posicione como un referente o, por el contrario, los malos comentarios le perjudiquen.
Normalmente, las puntuaciones de los usuarios suelen estar justificadas. Sin embargo, en algunas ocasiones, la opinión del cliente y la del dueño del restaurante pueden entrar en conflicto, saltando las chispas entre ellos. Esto es precisamente lo que ha pasado un bar llamado Trébol.
El encargado de dar voz a este suceso ha sido Soy Camarero, una cuenta de TikTok que se dedica a dar voz a diferentes sucesos relacionados con el mundo de la hostelería. El hombre cuenta con más de 69.000 seguidores y 1,5 millones de me gusta, por lo que cuenta con cierta relevancia en el sector.

“Un completo despropósito”
Hay una expresión muy conocida que dice: dar una de cal y otra de arena. Esta hace alusión a que, cuando se hace algo mal, hay otra parte que está bien para contrarrestarlo. La reseña que ha escrito este cliente tan solo tiene comentarios negativos, dejando en ridículo a este famoso dicho.
“Un completo despropósito”, así define el menú. Para ello, argumenta su respuesta con varios puntos negativos. El primero de ellos es la higiene del local, debido a que la lata de su refresco se encontraba sucia.
Por otra parte, la calidad de los macarrones le decepcionó totalmente. “La pasta pasada, la salsa insípida y la carne... bueno, llamarle carne es generoso”, expone en la reseña. También aclaró que la carne era fina y estaba quemada por fuera y cruda en el interior.
Por otra parte, también criticó el precio del menú, que era de 14 euros y sin bebida, costándole una Coca-Cola dos euros. “Lo único decente fue el café con leche y no volvería ni aunque me lo regalaran” fue con la frase que concluyó el texto.

“Te has equivocado de local”
El dueño del restaurante no tardó en responder. De hecho, como si de un mensaje de un familiar se tratara, empezó su texto con un irónico “¡Esperaba esta reseña con mucha emoción!”.
Acto seguido, desmintió que se tratara de un local sucio, exponiendo que las latas vienen en un cartón, por lo que es imposible que pudiese estar mal. Los macarrones, a diferencia de lo que argumentaba la reseña, tenían carne de cerdo y no de ternera.
Por otra parte, explica que el filete estaba hecho al punto y, si era muy fino, es porque se trataba de un bistec. Además, en el menú se incluía vino o agua, por lo que si que había bebida. Además, ha acusado a este de que se pensaba que iba a comer gratis y que la reseña estaba llena de mentiras.
“Te has equivocado de local” concluye el texto, dejando en claro que todo lo que había escrito este usuario era falso. En la sección de comentarios han surgido dos bandos: los que creen al consumidor y los que creen al sueño del bar.