Pólipos en el útero: causas, síntomas y tratamiento

Para la mayoría de las mujeres con pólipos uterinos benignos el pronóstico es excelente después del tratamiento

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Una paciente en una cita
Una paciente en una cita con su ginecóloga (Shutterstock)

Los pólipos uterinos son una condición ginecológica que, pese a ser benignos, son potencialmente problemáticos. Estos crecimientos anormales en el revestimiento interno del útero pueden variar en tamaño desde pequeños, apenas perceptibles, hasta más grandes, que pueden causar síntomas significativos y complicaciones.

Según la Clínica Mayo, los pólipos en el útero se forman cuando las células del revestimiento uterino, conocido como endometrio, comienzan a crecer de manera anormal y sobresalen en forma de pequeños bultos o protuberancias. Estos pólipos pueden estar adheridos al revestimiento del útero por un pedúnculo o pueden ser sesiles, es decir, estar directamente unidos a la pared uterina. Aunque su causa exacta no siempre es clara, algunos factores como los desequilibrios hormonales, especialmente niveles elevados de estrógeno, y la inflamación crónica del endometrio pueden jugar un papel crucial en su desarrollo.

Los síntomas de los pólipos uterinos pueden variar ampliamente, desde ser asintomáticos en muchos casos hasta provocar sangrado uterino anormal, especialmente durante o después de períodos menstruales. Las mujeres que experimentan sangrado entre períodos, períodos menstruales prolongados o abundantes, dolor pélvico o infertilidad podrían estar experimentando los efectos de estos crecimientos benignos pero molestos. Por ello, es fundamental consultar con un profesional de la salud si se experimentan estos síntomas para un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento apropiado.

Diagnóstico y tratamiento de los pólipos uterinos

El diagnóstico de los pólipos uterinos generalmente implica una combinación de historial clínico detallado, examen físico y pruebas complementarias. La ecografía transvaginal suele ser una herramienta diagnóstica inicial útil para detectar la presencia de pólipos, permitiendo a los médicos visualizar el útero y sus estructuras internas con precisión. En algunos casos, puede ser necesario realizar una histeroscopia, un procedimiento en el que se inserta un delgado tubo con cámara (histeroscopio) a través del cuello uterino para examinar directamente el interior del útero y, si es necesario, realizar una biopsia o extracción de los pólipos para su análisis posterior.

De acuerdo con la Clínica Mayo, el tratamiento de los pólipos uterinos depende en gran medida de la presencia de síntomas, el tamaño de los pólipos y la condición general de la paciente. En muchos casos, si los pólipos son pequeños y asintomáticos, pueden no requerir intervención inmediata más allá de la monitorización regular.

La técnica desarrollada en el Hospital del Mar de Barcelona da la opción de ser madres a las mujeres con tumores en la zona pélvica (Hospital del Mar)

Sin embargo, si los síntomas son problemáticos o si se sospecha que los pólipos podrían interferir con la fertilidad o aumentar el riesgo de complicaciones, pueden recomendarse tratamientos como la histeroscopia quirúrgica para la extracción completa de los pólipos. En casos extremadamente raros donde se sospecha que los pólipos podrían ser malignos, la extirpación completa seguida de evaluación histológica exhaustiva es fundamental para determinar el curso de tratamiento adecuado.

Para la mayoría de las mujeres con pólipos uterinos benignos, el pronóstico es excelente después del tratamiento adecuado. Muchas experimentan una mejora significativa en los síntomas relacionados y pueden continuar con una salud reproductiva normal. Es esencial seguir las recomendaciones del equipo médico y realizar un seguimiento regular para detectar cualquier recurrencia o desarrollo futuro de pólipos.