Pastillas (Imagen Ilustrativa Infobae)El colesterol es una sustancia grasa esencial para el funcionamiento del organismo. En este sentido, tiene un papel clave en la formación de membranas celulares, en la producción de hormonas como el cortisol y los estrógenos, y la síntesis de vitamina D. También es clave en la creación de ácidos biliares, fundamentales en la digestión de las grasas.
Sin embargo, un nivel elevado de colesterol en sangre puede representar un riesgo para la salud cardiovascular. En el ámbito nacional, la Sociedad Española de Cardiología estima que un total de 19,5 millones de personas sufren este problema.
El colesterol LDL, conocido como “malo”, tiende a acumularse en las arterias, formando placas que reducen el flujo sanguíneo y aumentan la probabilidad de padecer enfermedades como la arteriosclerosis, infartos y accidentes cerebrovasculares. Son muchos los factores que pueden contribuir a su aumento, como una dieta rica en grasas saturadas y trans, el sedentarismo y la predisposición genética. Por ello, para mantener el colesterol en los niveles adecuados, se recomienda una alimentación basada en frutas, verduras y grasas saludables, además de ejercicio regular. No obstante, hay personas para las que esto no es suficiente y requieren de la ayuda de fármacos.
Pastillas (Imagen Ilustrativa Infobae)Los expertos en salud aconsejan mantener el colesterol total por debajo de los 200 miligramos por decilitro (mg/dL) para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Cuando los niveles son elevados, es común que los médicos receten estatinas, medicamentos que contribuyen a disminuir el colesterol y a prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Ahora bien, antes de iniciar cualquier tratamiento, los expertos recomiendan evaluar las razones médicas, las preferencias personales, las opciones de estilo de vida y posibles inquietudes.
En el caso de optar por la vía farmacológica, es probable que se empiece un tratamiento con algunas de las estatinas más utilizadas como la atorvastatina (Lipitor), la fluvastatina (Lescol XL), la lovastatina (Altoprev), pitavastatina (Livalo), la pravastatina, la rosuvastatina (Crestor) y la simvastatina (Zocor). Si bien estos medicamentos son seguros y eficaces para la mayoría de los pacientes, en algunos casos, tal y como destaca el portal especializado en medicina Mayo Clinic, pueden provocar efectos secundarios como dolor muscular, problemas digestivos o confusión mental. En situaciones excepcionales, su uso se ha asociado con daño hepático.
El doctor López Rosetta nos explica si es malo el colesterol. Los medicamentos más comúnmente recetados para reducir el colesterol no están directamente asociados con un aumento o una pérdida de peso significativa. Sin embargo, algunas personas reportan cambios en su peso tras comenzar el tratamiento, lo que puede deberse a factores indirectos.
En ciertos casos, las estatinas pueden causar efectos secundarios como fatiga o dolores musculares, lo que podría reducir la actividad física y, en consecuencia, favorecer un ligero aumento de peso. Por otro lado, al mejorar los niveles de colesterol y reducir el riesgo cardiovascular, algunos pacientes adoptan hábitos más saludables, como una dieta equilibrada y ejercicio regular, lo que podría contribuir a la pérdida de peso.
No hay evidencia concluyente de que las estatinas por sí mismas provoquen variaciones importantes en el peso corporal. En cualquier caso, si un paciente nota cambios significativos, es recomendable consultar con un profesional de la salud para evaluar posibles causas y ajustar el tratamiento si es necesario.