Una jubilada podría acabar durmiendo en su coche si no encuentra un piso social adaptado para su discapacidad: “Si me caigo, acabo en silla de ruedas”

Desde marzo de 2024, Nicole, una mujer francesa de 62 años que vive en Marsella, ha dependido de la generosidad de conocidos que le han ofrecido alojamiento temporal

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En la imagen, una trabajadora
En la imagen, una trabajadora de una residencia de ancianos sujeta la mano de una residente. EFE/Brais Lorenzo/Archivo

“Voy a terminar metiéndome una bala en la cabeza. Estoy en este punto”, dice entre lágrimas Nicole, una mujer de 62 años que enfrenta una situación límite en Marsella, Francia. Como cuenta el FranceInfo, esta jubilada, que padece múltiples enfermedades crónicas así como discapacidad, podría verse obligada a dormir en su coche en unos días debido a la falta de un hogar que se ajuste a sus necesidades. A pesar de haber solicitado ayuda a través de los canales oficiales y de contar con el apoyo de conocidos, su situación sigue sin resolverse.

De acuerdo con FranceInfo, Nicole se jubiló el 1 de septiembre de 2024 tras una vida marcada por problemas de salud y dificultades personales. Entre las “trece patologías” que menciona, destacan la enfermedad de Crohn, la espondilitis anquilosante, enfermedades cardiovasculares y una discapacidad. Estas condiciones han deteriorado su movilidad al punto de necesitar un bastón para desplazarse y enfrentarse a la posibilidad de quedar impedida: “Si me caigo, acabo en silla de ruedas”.

La pandemia de Covid-19 marcó un punto de inflexión en su vida. Desde entonces, su situación se ha agravado debido a una serie de eventos desafortunados: problemas de salud, la separación de su pareja, el desahucio de su vivienda y la imposibilidad de encontrar un hogar adecuado a su presupuesto y necesidades físicas. Con una pensión mensual de 1.018 euros, Nicole asegura que los pisos disponibles con su presupuesto no cumplen con los requisitos mínimos para que ella pueda acceder con su discapacidad, al no estar en una planta baja o contar con ascensor y una ducha segura.

Sin una casa accesible, solo le queda dormir en el coche

La falta de respuesta por parte de los servicios sociales ha sido otro obstáculo en su lucha por encontrar un techo. Según consignó FranceInfo, Nicole acudió al número de emergencia 115, destinado a personas sin hogar, pero le informaron que no había alojamientos disponibles que cumplieran con sus necesidades específicas. Desde marzo de 2024, ha dependido de la generosidad de conocidos que le han ofrecido alojamiento temporal. Sin embargo, esta solución es insostenible. Actualmente, se encuentra en la casa de una persona que solo puede hospedarla hasta el próximo viernes, 10 de enero, lo que la dejará sin otra opción que dormir en su coche.

Nicole también enfrenta el desafío de gestionar sus pertenencias, que están almacenadas en una bodega prestada de manera temporal. “Esto no puede durar”, dice. También teme que eventualmente pierda todo lo que posee. Además, su enfermedad de Crohn complica aún más su situación, ya que requiere una dieta específica que no puede mantener si vive en la calle. “Me ofrecen paquetes de comida, pero ¿dónde puedo cocinar si estoy en la calle?”, denuncia.

En febrero recibirá noticias devivienda social

A pesar de haber iniciado un proceso legal para hacer valer su Derecho Exigible a la Vivienda (DALO), la resolución de su caso no llegará hasta febrero de 2025. Mientras tanto, Nicole asegura estar al límite de sus fuerzas, enfrentando una profunda desesperación.

Aunque ha roto lazos con su familia y se encuentra sola en Marsella, Nicole reconoce haber recibido apoyo de personas solidarias, muchas de ellas extranjeras, quienes han intentado ayudarla en lo posible. Sin embargo, lo que más necesita es un lugar donde vivir y un poco de calefacción para enfrentar el invierno.

Decenas de manifestantes por el derecho a la vivienda acampan en Valencia.
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