Cada mañana te despiertas, coges la cafetera, la llenas de agua, añades el café molido y esperas a que se prepare la bebida reconfortarte que te ayudará a seguir adelante con la jornada. Una vez acabado el desayuno, recoges, limpias la cafetera y tiras los posos a la basura, sin saber que se les puede dar una segunda vida. Cada año en España se desperdician más de 150 millones de kilos de este residuo cuando nos ayudan en nuestra rutina, tal y como apunta el portal web de Bonka.
Cómo aprovechar los posos del café
En muchos casos, será necesario secar los restos de café antes de utilizarlos. Para hacerlo, basta con extenderlos sobre una superficie lisa y dejarlos durante 24 horas, removiéndolos ocasionalmente. Una vez secos, pueden almacenarse en un frasco de vidrio hermético y emplearse para los siguientes usos:
Fertilizante para plantas
Puede que sea uno de sus usos más conocidos. Para abonar las plantas, hay que añadir un poco de los posos a la tierra una vez al mes, ya sea directamente o mezclándolo con parte del agua del riego. Esto ayudará a que mejore el drenaje, la tierra se ventile y a que el vegetal absorba mejor el agua. Asimismo, los residuos aportan a las plantas nutrientes que necesitan como nitrógeno y fósforo. Es importante utilizarlos con moderación y evitar el exceso, ya que podría desequilibrar la composición del suelo
Acaba con los malos olores de armarios, basura y neveras
Una pizca de residuo de café será suficiente para atrapar el hedor de los armarios y la nevera. También se puede esparcir un poco en el fondo del cubo de la basura, debajo de la bolsa, para reducir los olores que allí se generan. Es importante cambiar los posos periódicamente, ya que con el tiempo pierden su eficacia.
Limpia sartenes y bandejas de cocina
Gracias a su textura ligeramente abrasiva, los residuos de café son ideales para limpiar restos de comida pegados en sartenes, bandejas y utensilios de cocina, como si fuera un exfoliante. Sólo hace falta un poco de café molido y un estropajo para dejar el menaje limpio y reluciente.
Ahuyenta hormigas y otros insectos
Son efectivos para mantener a raya plagas como hormigas, caracoles e incluso gatos, que no soportan su aroma. Coloca un saquito con café seco en puntos estratégicos para alejar estos animales sin necesidad de usar productos químicos.
Exfoliante natural para una piel más suave
Estos residuos son perfectos para preparar un exfoliante natural y económico. Puedes aplicarlos directamente sobre la piel mojada con movimientos circulares o mezclarlos con gel de ducha o aceite. Además, combinados con aceite de coco, se convierten en un potente anticelulítico gracias a los nutrientes y antioxidantes del café, que ayudan a combatir la grasa acumulada bajo la piel.
Una melena más brillante
Para realzar el brillo del cabello negro o castaño, prepara una infusión con agua caliente y posos de café. Después de enfriar, aplícala tras el lavado y enjuaga bien. Además de un cabello más brillante y fuerte, esta técnica ayuda a atenuar las canas. Es importante evitar su uso en cabellos rubios o claros, ya que el café puede teñir.
Disimula arañazos en muebles de madera
Para muebles de madera oscura con arañazos, los posos de café son un remedio eficaz. Aplica el café humedecido con un bastoncillo de algodón sobre los arañazos, deja actuar durante 10 minutos y limpia con un paño suave.
Tinte y pintura natural
Son prácticos para teñir telas, dar color a muebles rústicos o incluso pintar. Mezcla los residuos con agua tibia para formar una pasta y aplícala con un trapo o un pincel. El resultado será un tono marrón oscuro con un acabado artesanal.
Velas con aroma a café
Crea velas caseras con fragancia a café mezclando parafina líquida con residuos de café. Vierte la mezcla en moldes con una mecha en el centro, como tarros de cristal o tetrabriks. Para un diseño más llamativo, puedes alternar capas de parafina y café. El resultado son velas decorativas con un agradable aroma.