El prestigioso científico italiano que advierte de los peligros del Ozempic: “Conoceremos las consecuencias reales solo en el futuro”

En la actualidad, el canon de belleza predominante son los cuerpos delgados, por lo que cada vez más personas buscan perder peso utilizando cualquier método posible, pese a que este pueda resultar perjudicial para la salud. De esta manera, medicamentos como Ozempic, Wegovy o Saxenda están en auge, promocionándose como “milagros” para adelgazar. La realidad es que estos fármacos realmente son tratamientos para la diabetes, por lo que su uso en personas que no necesitan controlar los niveles de azúcar en sangre puede ser peligroso.

El ejercicio físico y una buena alimentación es la base para encontrarse saludable y perder algunos kilos si realmente se necesita o se desea, pero esto supone un sacrificio y un esfuerzo que muchas personas no están dispuestas a realizar. Es por esta razón por la que cada vez más personas recurren a estos tratamientos, pues aseguran que la pérdida de peso es mucho más sencilla y sin ser necesario llevar a cabo una dieta o ir al gimnasio. En un estudio realizado por la plataforma de salud digital Tebra y publicado recientemente en el New York Post, la encuesta revela que la gran mayoría de personas que conformaban la muestra (el 86 %) considera que los beneficios de utilizar estos productos son mayores que los riesgos colaterales, por lo que merece la pena intentarlo.

Sin embargo, desde hace meses los expertos se afanan en desmentir estas afirmaciones y alertar sobre los peligros del consumo de estos medicamentos con fines distintos al tratamiento de la diabetes. Las redes sociales han tenido un papel relevante en la expansión de estos fármacos: son muchas las personas que han compartido su “experiencia positiva” a través de Instagram o TikTok, invitando a otros a seguir sus pasos. “En la televisión, en los periódicos, en las revistas y en las redes sociales vemos comportamientos muy agresivos, A veces se utilizan fórmulas indirectas y se eluden las normas proporcionando mensajes engañosos”, explicó en una entrevista para el medio italiano La Stampa el profesor Silvio Garattini, antiguo fundador y presidente del Instituto de Investigaciones Farmacológicas Mario Negri.

El experto asegura que la promoción de estos medicamentos cuentan con un defecto desde su inicio, ya que son las empresas farmacéuticas las que proporcionan la información sobre estos productos y están interesadas en publicitarlos de la mejor manera posible. Por ello, una de las soluciones más importantes para evitar que el consumo de estos fármacos continúe creciendo es aumentar los controles para proteger al ciudadano de esta oferta: “No engordas por lo que comes en Navidad o Nochevieja, sino por lo que comes el resto del año. Preferimos comer en exceso y utilizar productos para adelgazar basados en promesas de publicidad descontrolada”.

Garattini recuerda que los resultados del uso de este medicamento no son permanentes: al igual que ocurre con muchos otros procedimientos que prometen adelgazar fácilmente y en poco tiempo, existe un efecto rebote. “Está demostrado que, si no se ha aprendido a comer, cuando se interrumpe el tratamiento se recupera rápidamente el peso perdido”. Por tanto, este cambio no debe ser solo físico, sino también mental: para adelgazar y mantener los resultados, es importante modificar nuestra relación con la comida y el ejercicio, reeducarnos en este sentido.

Aún no se conocen las consecuencias reales que el consumo de Ozempic tendrá en las personas a largo plazo, algo de lo que ha advertido el farmacólogo, puesto que es un producto relativamente nuevo en el mercado: “No tenemos una organización para recopilar información sobre los efectos tóxicos de las drogas, no tenemos una agencia o estructura que se ocupe de ello. De esta manera, solo se conoce el 10 % de los efectos tóxicos de una droga”.

Las primeras consecuencias ya están comenzando a ser patentes: las redes sociales están empezando a mostrar el testimonio de algunas personas que se han arrepentido de su consumo de Ozempic. Con rostro demacrado, ojeras hundidas, aumento de la flacidez y pómulos pronunciados, estas personas son un claro ejemplo de lo que estos fármacos provocan a nivel estético, dando como resultado el conocido como “rostro de Ozempic”.

“Entre la información que falta sobre estos medicamentos, no sabemos qué tan perjudicial puede ser para una persona que no es diabética tomar estos medicamentos que provocan pérdida de peso, pero también reducen los niveles de azúcar en sangre si no se es hiperglucémico”, señala Garattini. Además, de los efectos adversos a nivel estético, varios estudios ya comienzan a señalar los daños que Ozempic puede hacer en el sistema gastrointestinal: pancreatitis, obstrucción intestinal, parálisis gástrica..., además de la posibilidad de que genere visión borrosa o insuficiencia renal, según se está investigando actualmente.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ya alertan de que los efectos son peores de lo esperado. En Estados Unidos se han producido 36 muertes sospechosas, por lo que estas organizaciones investigan otros posibles efectos adversos, como un mayor riesgo de cáncer de tiroides y tendencias suicidas.

El auge de Ozempic y otros medicamentos que prometen adelgazar fácil y rápidamente es el claro ejemplo de la peligrosidad que tienen las redes sociales con respecto a este tipo de tratamientos: muchas veces, estos testimonios no están supervisados por los profesionales y pueden provocar que un gran número de personas se una al consumo de un fármaco sin conocer sus efectos adversos.