Un paramédico explica cómo actuar ante una crisis asmática: “Podemos repetir esta maniobra cada 3 o 5 minutos”

El asma es una enfermedad respiratoria crónica que afecta a un 5% de la población española, lo que equivale a unos 2,5 millones de personas. Este trastorno se caracteriza por episodios de cierre repentino de las vías respiratorias, lo que en casos graves puede representar un riesgo potencialmente letal.

Más de la mitad de los pacientes con asma en España no tiene la enfermedad bajo control, según datos del grupo médico Quirón Salud. Esto se debe principalmente a un seguimiento deficiente del tratamiento. Y es que son muchos los pacientes que deciden interrumpir la medicación continua al notar una mejoría. Este comportamiento, no obstante, reactiva el proceso inflamatorio en cuestión de días o semanas, lo que provoca el retorno de los síntomas y aumenta la dependencia de la medicación de rescate.

Así pues, seguir las indicaciones de los profesionales médicos es fundamental a la hora de tratar el asma. De igual modo, es imprescindible saber cómo actuar cuando se produce un ataque. Alberto, conocido en redes sociales como AlbertoParamédico, ha explicado qué hacer ante su millón de seguidores.

A la hora de tratar una crisis asmática lo primero es saber identificarla. “Vamos a poder ver a la persona con tos intensa, dificultad para respirar y podemos escuchar sibilancias y presentará dolor u opresión en el pecho”, explica Alberto.

Además, por norma general, estos pacientes van a tener una saturación de oxígeno por debajo de lo normal debido a la inflamación que se está generando en las vías respiratorias, especialmente en los bronquios. Ante esto es importante actuar para que esos bronquios vuelvan a dilatarse. “Para eso tenemos a nuestro aliado el salbutamol”, dice. Este último se trata de un medicamento específico en forma de inhalador que hay que saber utilizar. Para que llegue de manera adecuada hay que aplicarlo con aura aerocámara. En los casos en los no se tenga. Ahora, también hay solución para quienes no lo tengan. “Podemos hacer uno superfácil”, asegura.

“Solo hay que unir una bolsa y un rollo de papel y ahí tenemos nuestra aerocámara”, comenta. Es en el rollo de papel donde hay que inhalar. “Podemos repetir esta maniobra cada 3 o 5 minutos”, añade. De igual forma, advierte de que es importante administrar oxígeno para mantener una saturación de entre 93 y 95%. “Y recuerda, ante una crisis asmática nuestro paciente debe ser trasladado a recibir atención a un hospital”.

Reducir la frecuencia e intensidad de los ataques de asma requiere una combinación de buenos hábitos, control del entorno y un seguimiento adecuado del tratamiento médico. Por tanto, el cumplimiento del tratamiento recetado es fundamental. Los inhaladores preventivos, como los corticosteroides, ayudan a controlar la inflamación de las vías respiratorias, mientras que los broncodilatadores de acción rápida deben estar siempre disponibles para tratar síntomas agudos. Es importante acudir a revisiones médicas regulares para ajustar el tratamiento según la evolución de la enfermedad.

De igual modo, identificar y evitar los desencadenantes es otra medida esencial. Los pacientes deben minimizar la exposición a alérgenos como polvo, ácaros o pelo de animales, evitar el humo de tabaco y protegerse de cambios extremos de temperatura. También es necesario mantener un entorno saludable, utilizando aspiradoras con filtros HEPA, deshumidificadores y evitando elementos como alfombras y peluches, que acumulan polvo y ácaros.

Por último, la salud física juega un papel relevante en el manejo del asma. Actividades como el yoga o la natación mejoran la capacidad pulmonar, mientras que una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras y omega-3 puede reducir la inflamación.