Cuáles son los síntomas del linfoma cerebral, el tumor que padece Raphael

El cantante Raphael, de 81 años, ha sido diagnosticado con un linfoma cerebral primario, según confirmó su oficina de representación a la agencia EFE. El artista permanece ingresado en el hospital 12 de Octubre de Madrid desde el 17 de diciembre, día en el que fue trasladado allí desde el Clínico San Carlos tras sufrir dificultades en el habla mientras grababa el especial navideño La Revuelta para TVE.

Según se explica en el parte médico, Raphael “presenta un linfoma cerebral primario con dos nódulos cerebrales en el hemisferio izquierdo que justifican los síntomas neurológicos que presentó hace unos días”. Este mismo comunicado revela que el artista ya ha iniciado un tratamiento que continuará de forma ambulatoria, por lo que pronto será dado de alta.

Los linfomas cerebrales son una forma poco frecuente de tumor, representando aproximadamente el 4 % de los tumores intracraneales y entre el 1 % y 2 % de todos los linfomas, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). Su incidencia es más común en hombres y la edad media de diagnóstico se sitúa en los 60 años. Sin embargo, en las últimas décadas se ha registrado un lento, pero constante aumento en los casos, atribuido al mayor número de pacientes inmunodeprimidos y al aumento de la esperanza de vida.

De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra (CUN), estos tumores se originan en linfocitos, células del sistema linfático y sanguíneo, cuya localización se limita al cerebro por motivos aún desconocidos. Este tipo de linfoma no Hodgkin, que constituye el 1 % de los casos, puede afectar al cerebro, ojos, médula espinal o leptomeninges, sin evidencia de propagación en el momento del diagnóstico. Su localización más frecuente incluye los hemisferios cerebrales, ganglios basales, cuerpo calloso y cerebelo.

Los síntomas del linfoma cerebral suelen aparecer de manera progresiva y, en muchos casos, resultan inespecíficos, lo que dificulta su diagnóstico temprano. Según los expertos, los signos más comunes incluyen déficits neurológicos focales, como la pérdida de fuerza en las extremidades de un lado del cuerpo, alteraciones en el lenguaje o problemas de visión.

No obstante, la Clínica Universidad de Navarra destaca que es habitual que los pacientes también experimentan cambios en el carácter y el comportamiento, manifestando irritabilidad, confusión o apatía. Otro síntoma frecuente es el dolor de cabeza persistente, que en algunos casos se acompaña de vómitos intensos y visión borrosa debido al aumento de la presión intracraneal. La lista de señales de alerta más habituales incluye la pérdida de fuerza en las extremidades, transformaciones en la conducta y cefaleas.

En este contexto, para el diagnóstico de los linfomas del sistema nervioso central comienza con pruebas de neuroimagen, como un escáner o una resonancia magnética con contraste, que permiten identificar la presencia de una lesión. Sin embargo, para confirmar el diagnóstico de manera definitiva, es imprescindible obtener una muestra del tumor para su análisis. Además, los especialistas recomiendan realizar una punción lumbar para analizar el líquido cefalorraquídeo, junto con una resonancia magnética de la médula espinal y un examen oftalmológico.