Durante los meses de invierno, la población más vulnerable son los niños menores de cinco años y los adultos mayores (Shutterstock)Cada año se presenta una epidemia de gripe en España, que ocasiona un importante número de ingresos y mortalidad, conforme explica el Ministerio de Sanidad. Durante la pasada temporada, según datos del Ministerio, la enfermedad circuló con mayor intensidad que en las temporadas anteriores y hubo una elevada tasa de hospitalización. Se produjeron un total de 36.452 hospitalizaciones, de las cuales 5,7% necesitaron ingreso en UCI y 7,2% fallecieron. El 79% de las hospitalizaciones y el 94% de las defunciones se producen en población de 60 y más años. Por ello, se recomienda la vacuna a la población vulnerable.
Los síntomas más comunes de la enfermedad son fiebre, dolor de cabeza y muscular, mucosidad, escalofríos, dolor de garganta, decaimiento y tos seca. Suelen durar cerca de una semana, aunque en algunos casos la tos puede prolongarse hasta dos. En los niños, se pueden manifestar también con vómitos y diarrea. En pacientes de edad avanzada la primera manifestación puede ser el empeoramiento de enfermedades previas. Las complicaciones más frecuentes son infecciones de las vías respiratorias como neumonía. También pueden aparecer otras complicaciones menos frecuentes como la rabdomiólisis, es decir, la inflamación de los músculos que produce dolor muscular; o la encefalitis, que es la infección del cerebro.
Los niños nacidos con prematuridad hasta que cumplen 24 meses de vida, las personas mayores, aquellas con enfermedades crónicas, embarazadas y personas inmunodeprimidas tienen mayor riesgo de complicaciones y de muerte. Por eso, cada otoño, el Ministerio de Sanidad pone en marcha la campaña de vacunación en la que recomienda la inyección alas personas de 60 años o más, residentes en centros de discapacidad, residencias de mayores, personas a partir de los 12 años con condiciones de riesgo, embarazadas, así como a convivientes de personas con alto grado de inmunosupresión o con enfermedades graves.
Generalmente, pasan dos días desde que se produce la infección hasta que aparecen los primeros síntomas. Además, las personas adultas pueden contagiar a otras desde un día antes del comienzo de los síntomas, hasta entre tres y siete días después. Por el contrario, los niños pueden ser contagiosos incluso durante más de siete días después del inicio de los síntomas, explican desde Sanidad. En este sentido, es importante tener en cuenta que algunas personas se infectan, pero no presentan síntomas, sin embargo, sí pueden transmitir la enfermedad a otras personas.
La gripe se transmite por contacto directo a través de gotitas respiratorias producidas por una persona infectada al hablar, toser o estornudar. También se puede producir por contacto indirecto al tocarse la boca, la nariz o los ojos después de tocar una superficie u objeto que tiene el virus de la gripe por haberse depositado en él gotitas o secreciones de la nariz o la garganta de una persona infectada.
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