Por qué deberías dejar de consumir agua embotellada, según una doctora: “Está liberando sustancias”

El mercado mundial del agua embotellada está creciendo rápidamente y según apuntaba Euronews en julio de 2024, se calcula que 550 millones de hogares consumirán agua embotellada este año, lo que supone más de 446.000 millones de litros al año o alrededor de un millón de botellas por minuto. Pero, ¿es realmente saludable esta práctica?

Para despejar todas estas dudas ha acudido al podcast de Jordi Wild, The Wild Project, Isabel Viña, doctora y una de las mayores divulgadoras sobre hormonas en España. La experta ha recomendado dejar de consumir el agua de esta manera. “Todas las cosas de plástico van a tener un disruptor hormonal”, explica.

Los disruptores endocrinos o EDC por sus siglas en inglés (Endrocrine-disrupting chemicals), tal y como explica el portal del Instituto de Salud Global Barcelona, son sustancias químicas capaces de imitar la acción de nuestras hormonas naturales. Sin embargo, también pueden bloquear los receptores hormonales de las células, de forma que impiden la acción normal de las hormonas. Dependiendo de su estructura podrían tener efectos adversos, por ejemplo, en la salud respiratoria, cardiovascular, metabólica, cognitiva o reproductiva.

Por ello, la experta recomienda “evitar las aguas embotelladas de plástico”. El problema se intensifica cuando las botellas de agua se reutilizan o se exponen al sol. Estos factores aceleran la degradación del plástico y aumentan la migración de sustancias químicas al agua que bebemos.

Frente a la disyuntiva entre el agua embotellada y el agua del grifo, la experta es clara: “A no ser que vivas en un sitio donde el agua no sea potable, yo bebo agua de grifo”. “Te estás bebiendo un agua que está en contacto con una superficie que no es una superficie inerte, se están liberando sustancias”, agrega la doctora.

Un argumento adicional a favor del agua del grifo es su contenido de minerales. “La cal, entre otras cosas, es calcio”, apunta la doctora. Este componente, que a menudo genera preocupación entre los consumidores, puede ser beneficioso para el cuerpo. “Nos preocupábamos un montón del calcio de los alimentos, y el agua con cal es una fuente de calcio”, añade. Lejos de ser un problema, este mineral puede contribuir a la salud ósea y a otros procesos corporales esenciales.

Más allá de las implicaciones para la salud, el consumo de agua embotellada tiene un costo ambiental significativo. La producción y desecho de botellas de plástico contribuyen a la contaminación por plásticos, un problema global que afecta a ecosistemas terrestres y marinos. Según informes recientes, se producen más de 500 mil millones de botellas de plástico al año, y muchas de ellas terminan en vertederos o en el océano.

Optar por agua del grifo, junto con el uso de botellas reutilizables hechas de materiales inertes como vidrio o acero inoxidable, es una forma eficaz de reducir nuestra huella ecológica. Aunque el agua del grifo suele ser potable en la mayoría de las regiones urbanas, algunas zonas pueden tener problemas de calidad. Por eso, es importante verificar la información proporcionada por las autoridades locales sobre el tratamiento y la pureza del agua.