Las manos son una de las partes del cuerpo más expuestas a factores externos, lo que puede provocar una serie de problemas dermatológicos. Uno de los más comunes es la aparición de grietas en la piel de las manos. Estas fisuras pueden resultar dolorosas y, si no se tratan adecuadamente, ocasionar un problema mayor.
Así pues, el tratamiento de estas fisuras dependerá de la causa concreta que las haya provocado. En este artículo se analizará cómo proceder en cada caso.
Por qué se agrietan las manos
Las grietas en las manos suelen estar relacionadas con la sequedad de la piel. Durante los meses de invierno, el frío, combinado con el aire seco, reduce la humedad de la epidermis, lo que provoca que la piel se reseque y se agriete. Sin embargo, también existen otras razones por las cuales las manos pueden volverse ásperas y desarrollar fisuras. Así pues, estas son algunas de las causas más frecuentes que provocan la agrietación de las manos:
- Exposición a productos agresivos: El contacto frecuente con detergentes, jabones fuertes o productos de limpieza puede deshidratar la piel, haciéndola más susceptible a las grietas. Esto es común en personas que realizan trabajos domésticos o de limpieza de manera constante.
- Lavado excesivo de manos: Si bien es importante mantener una higiene adecuada, el lavado excesivo de las manos con agua caliente y jabones antibacterianos puede eliminar los aceites naturales de la piel, lo que favorece la aparición de grietas.
- Condiciones climáticas extremas: El viento frío y la baja humedad, especialmente en invierno, son factores que tienden a deshidratar la piel. Este tipo de clima, combinado con la exposición al calor de los interiores, puede hacer que la piel de las manos se reseque y agriete rápidamente.
- Trastornos dermatológicos: Algunas afecciones de la piel, como la eczema o la psoriasis, pueden causar grietas en las manos. Estas enfermedades provocan inflamación y sequedad, lo que debilita la barrera cutánea y aumenta el riesgo de fisuras.
Qué problemas de salud podrían indicar las grietas en las manos
Las grietas en las manos, aunque comúnmente asociadas a la piel seca, pueden, en ocasiones, ser un signo de afecciones de salud más graves. Una de las causas más frecuentes es la dermatitis atópica o eczema, una afección inflamatoria crónica que provoca enrojecimiento, picazón y sequedad en la piel. En su fase más avanzada, la piel puede agrietarse y generar fisuras dolorosas. Las personas con antecedentes familiares de alergias o asma son más propensas a sufrir de eczema, y los brotes tienden a intensificarse con factores como el frío o el estrés.
La psoriasis, una enfermedad autoinmune que acelera la producción de células cutáneas, también puede ser responsable de las grietas en las manos. Esta condición causa la formación de escamas gruesas y secas, que, en algunos casos, se agrietan y generan dolor. Las grietas en las manos pueden ser indicio de que la psoriasis está fuera de control, afectando significativamente la calidad de vida.
Otra causa importante son los problemas relacionados con la diabetes, especialmente cuando esta no se encuentra bien controlada. El hipotiroidismo también está vinculado con la sequedad en la piel, aumentando el riesgo de grietas. Esta condición, caracterizada por una función tiroidea insuficiente, provoca piel áspera y seca, especialmente en las manos. Finalmente, las deficiencias nutricionales son un factor clave. La falta de vitaminas esenciales, como la A, C, E, y los ácidos grasos esenciales, así como una hidratación inadecuada, pueden contribuir a la piel reseca y agrietada.
Para prevenir las grietas en las manos, es fundamental mantener una buena hidratación. Utiliza cremas emolientes y protectoras, especialmente en climas fríos o secos. Lava las manos con jabones suaves y evita el contacto excesivo con productos agresivos. Además, usa guantes cuando realices tareas domésticas o trabajes con productos químicos.