La nueva vida de Rafa Nadal tras su reciente retiro del tenis comienza dejar ver la faceta más disfrutona del balear en su vida privada. Durante su trayectoria profesional, la vida privada del balear era limitada fruto de sus entrenamientos y viajes para competir en el circuito. Ahora, eso ha cambiado y el ya extenista puede disfrutar de esta nueva etapa que le toca vivir.
Una de las primeras cosas que ha querido hacer con sus familia es ir a visitar uno de los restaurantes con más renombre del País Vasco: Asador Etxebarri, que ha sido catalogado incluso como segundo mejor restaurante acorde a la lista que realiza cada año por The World’s 50 Best Restaurants. Allí, según el Diario Vasco y El Correo, Nadal disfrutó de una cena exclusiva en el distinguido lugar, que únicamente ofrece servicios a 30 comensales al mismo tiempo para garantizar una experiencia destacada.
Un restaurante destacado en País Vasco
En su visita por Euskadi, el balear optó por hacer una parada en este complejo dedicado a la alta cocina de la mano del chef Bittor Arguinzoniz. La visión del prestigioso cocinero ha hecho que su cocina y la gastronomía vasca se eleve internacionalmente con varios premios de nivel. Entre ellos, destaca el mencionado como segundo mejor restaurante del planeta, pero este no ha sido el único. También han recibido galardones como mejor restaurante según la Guía Macarfi 2024, además de contar con una Estrella Michelin y el Premio Nacional de Gastronomía al Mejor Jefe de Cocina, como se publica en Crónica Vasca.
Allí, el español quiso celebrar junto a sus familiares y amigos una velada tranquila y relajada, donde la alta cocina y los lujos abundan. Lejos de lo interior, el restaurante se encuentra rodeado de naturaleza y paz que es otro de los objetivos para acercar la tradición vasca a los comensales que lleguen al lugar.
Su especialidad, la parrilla, con meses de espera
Dentro de este emplazamiento de nivel en la esfera gastronómica lo más destacado es su parrilla, que es considerada como una de las mejores del mundo. Su magnitud es tal, que el restaurante hace que miles de turistas extranjeros se recorran miles de kilómetros para degustar sus elaboraciones, como explicaba en 2017 Agustí Peris, sommelier del establecimiento, en una entrevista con la Guía Repsol.
Lo que marca la diferencia y les hace tan especial es el juego que proporcionan con la leña que emplean en sus parrilladas, que ya son un relamo internacional en el mundillo de la alta cocina. Además, el novedoso ingenio de los que están delante de los fogones revolucionó aún más las elaboraciones: se creó un sistema de poleas para regular la distancia con las brasas. Al hilo de ello, el tenista de Manacor no ha querido perder detalle de estas características, que seguro han sido uno de los reclamos que le han llamado la atención para reservar y disfrutar de la experiencia gastronómica. Además, es esa razón de distinción de la parrilla que se tiene una larga lista de espera para poder asistir al local.