Un restaurante de la ciudad francesa de Cambrai amenazó con presentar una denuncia a la policía contra unos clientes que se fueron sin pagar la comida de su local el pasado domingo 10 de noviembre. Aunque la regente del local ha estado en contacto con uno de los cuatro clientes, finalmente, ha decidido tomar cartas en el asunto.
Este caso ha movilizado a los medios de comunicación de la zona y a otros restauradores al empatizar con la situación de la dueña. Y es que la propietaria del restaurante Brasserie Boulonnaise ha afirmado que una señora le había dicho que le iba “a devolver el importe”, pero que todavía no le había “recibido el cheque“, según han recogido los medios locales. Así, después de tres semanas reclamando el dinero, la restauradora está al límite: “Estoy en camino de presentar una denuncia”, aseguró el pasado lunes, 2 de diciembre.
Tres semanas esperando un cheque que no llega
Los clientes que abandonan un local sin pagar lo que han consumido pueden generar numerosas pérdidas para un establecimiento local. El restaurante Brasserie Boulonnaise no puede tolerar que los cuatro comensales que se marcharon el pasado 10 de noviembre de su local sin pagar no obtengan consecuencias legales.
Este pensamiento está respaldado por todo el mundo que conoce el caso, y más aún cuando existe una grabación que demuestra este hecho, según la información de France Bleu. Al parecer, el establecimiento posee dos cámaras de vigilancia que graba las veinticuatro horas del día y que ha captado a los cuatro delincuentes mientras salían del local, dejando una factura pendiente de 150 euros.
Según explicó la mujer hace unas semanas, los infractores consumieron “dos rondas de aperitivo y entrecôtes” y cuando finalizaron la comida, salieron del restaurante con la excusa de salir a fumar un cigarro. Lo peor de esta situación es que la segunda vez que le ocurre algo similar a la mujer.
Ante la huida de los cuatro comensales, la dueña decidió publicar una foto de dichos clientes, pero con la cara oculta bajo unos emoticonos. No obstante, la regidora ha amenazado con revelar su identidad si no reembolsan el dinero de la comida del 10 de noviembre. Cabe recordar, que esta práctica es ilegal y está penada por la ley francesa.
De esta manera, la mujer ha afirmado que “una de las clientas que no había pagado se puso en contacto conmigo por teléfono”. Durante la conversación, la delincuente afirmó que “quería reembolsarme el dinero”. Sin embargo, este acto no estuvo motivado por la culpa, por la buena voluntad o por las consecuencias legales, no que su acción está motivada por la publicación de “numerosos artículos en los medios”.
La comensal apuntó que sus tres acompañantes no se dieron cuenta de que la cuenta no se había pagado hasta más tarde esa misma noche. No obstante, tras la espera de más de tres semanas, dichos infractores no han pagado la factura pendiente, por lo que la dueña del restaurante decidió finalmente poner una denuncia en comisaría.