La respuesta del propietario de un bar a un cliente que le acusaba de servir “patatas congeladas” y alterar el sabor de la salsa alioli: “Me parece patético”

Esta situación ha generado un fuerte debate en torno al uso de las reseñas a bares y restaurantes por parte de los clientes

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Camarera en el trabajo (Pixabay)
Camarera en el trabajo (Pixabay)

El cliente no tiene por qué tener siempre la razón. Sin embargo, el deseo por mantener una buena reputación hace que muchas veces los trabajadores tengan que adaptarse a demandas injustas. Y a veces ni siquiera esto es suficiente.

En la actualidad, el miedo a recibir una mala reseña aumenta aún más la tensión que sienten los camareros y camareras en su puesto de trabajo. De este modo, las malas críticas se suman a la precariedad que caracteriza a la hostelería en España, hoy marcada por los bajos salarios, las jornadas interminables y los malos tratos que reciben los trabajadores por parte de clientes y empleadores.

Jesús Soriano, conocido en redes sociales como Soy Camarero, lleva siete años denunciados los problemas del sector en sus redes sociales. La mayoría de sus publicaciones se centran en los comportamientos de algunos clientes y en las condiciones abusivas de muchas ofertas de trabajos. No obstante, también suele analizar las reseñas y comentarios que reciben los restaurantes a través de distintas plataformas digitales. En esta ocasión, ha sido uno de estos comentarios el que ha llevado a Soriano a volver a ser tendencia en X.

La última denuncia de ‘Soy Camarero’

Ni ironía ni enfado. Esta vez Soriano ha querido abrir un nuevo debate entre sus seguidores “¿Qué opináis de este caso?”, escribe en una de sus últimas publicaciones en X. Así, a sus palabras les acompaña una captura de pantalla de una discusión entre cliente y propietario en las reseñas de Google.

En un primer momento, el cliente ha denunciado el elevado precio de su pedido. “11.50 un bote de coca cola, un bote de Aquarius y unas (bravas o intento de ellas) patatas congeladas del Mercadona con salsa brava y alioli “, empieza diciendo. Después, añade su sospecha de que la salsa estaba demasiado salada porque con ello se querían conseguir que el cliente consumiera más bebida. “No vuelvo a pedir aquí”, concluye.

Por su parte, el propietario no se ha mordido la lengua a la hora de contestar. “Se te ha olvidado recalcar que te hemos hecho el favor de hacerte unas braviolis que no están en carta, ya que NO tenemos raciones y es de agradecer que te hemos hecho el Ali Oli en el momento para que estés contento”, escribe. Además, recalca que “para el intento de bravas no habéis dejado ni una y el plato relamido. Me parece patético que dejes una mala reseña para esta tontería que podemos arreglarla en el momento, pero mejor manchar el nombre de la empresa, a qué si?”.

La última denuncia de 'Soy camarero' (Captura de pantalla)
La última denuncia de 'Soy camarero' (Captura de pantalla)

La reacción de los usuarios

Son muchos los que han aprovechado esta publicación para pedir mesura y respeto a la hora de poner una reseña en Google o en cualquier otra plataforma web, ya que pueden dañar gravemente la imagen del negocio. Por otra parte, un usuario ha querido compartir su deseo de que comercios y restaurantes tengan la opción de puntura a los clientes. “Se dan demasiados casos de reseñas falsas o “por joder” incluso cuando la atención ha sido excelente”, asegura. “Yo soy el del bar y directamente no hago nada fuera de carta, que bastante tendrán en cocina”, agrega José Alberto.

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