La hostelería se ha convertido en una parte indispensable del ocio de muchos países. En España, por ejemplo, las terrazas de los bares son un pilar fundamental de cualquier evento social. No obstante, esta tendencia no se limita solo a los lugares externos, las cocinas de las casas también son un lugar de reunión, de fraternización y de comunidad.
Sin embargo, tanto dentro como fuera del hogar hacen falta manos. Johann Aspalter, un reconocido chef, anunció el cierre definitivo de su restaurante que lleva su nombre: Johann’s. Su local, situado en el hotel Prielmayrhof, en Linz (Austria), dejará de dar servicios a partir del 21 de diciembre. Después de cinco años abierto, el cocinero, que se había ganado la fama gracias a su reinterpretación de los platos típicos del país, ha tomado esa decisión por la dificultad para encontrar personal cualificado en la cocina.
El restaurante abrió sus puertas en marzo de 2018 y, desde ese momento, se convirtió en un referente de la ciudad. Sus platos se elaboraban con productos frescos locales, con los que consiguió dar una oferta creativa y atractiva. Sin embargo, este éxito no ha sido suficiente para salvar el negocio en tiempos difíciles.
En un comunicado oficial, explicó que, debido a la situación, se vio obligado a clausurar el local: “Es muy difícil encontrar personal para la cocina y ya no puedo hacerlo solo”. Esta afirmación refleja una realidad cada vez más común en el sector, donde la escasez de cocineros y otros profesionales cualificados está afectando la operativa de muchos restaurantes, independientemente de su prestigio.
El restaurante Johann’s, que en su momento se destacó por su oferta gastronómica y su ambiente acogedor, también organizaba eventos privados, cursos de cocina y barbacoas, lo que requería un equipo de trabajo amplio y altamente capacitado. A pesar de los esfuerzos, Aspalter no ha podido cubrir la demanda de personal necesario para seguir operando de manera óptima.
El dilema de la falta de personal en la restauración
La falta de personal cualificado en la cocina es un problema recurrente en muchos países de Europa, especialmente en los últimos años. La pandemia de Covid-19 agravó aún más la situación, ya que muchos trabajadores del sector decidieron cambiar de profesión o emigrar en busca de mejores oportunidades laborales. A pesar de que la industria está recuperándose poco a poco, la falta de formación técnica y la escasa atracción de nuevos talentos siguen siendo obstáculos para la mayoría de los restaurantes.
Para Johann Aspalter, esta escasez de personal no es solo un reto logístico, sino también una carga emocional. Tras años de trabajo intenso y dedicación, el chef ha llegado a un punto en el que no puede seguir solo, tanto en la cocina como en la gestión del restaurante. “El estrés y la presión diaria se han vuelto insoportables. No quiero comprometer la calidad de mi trabajo ni la experiencia de mis clientes”, declaró.
El chef no ha revelado detalles sobre sus planes futuros. Si bien la opción de abrir un nuevo establecimiento o seguir con proyectos de consultoría y formación podrían estar sobre la mesa, es evidente que la falta de personal en la cocina es un desafío que va más allá de las fronteras de su propio restaurante. Otros chefs y empresarios del sector gastronómico comparten las mismas preocupaciones, lo que sugiere que la falta de personal cualificado podría seguir siendo un factor limitante para muchos proyectos en el futuro cercano.