Ante la llegada inminente de la Navidad ya hay personas que han reservado las piezas estrella de los eventos más señalados de estas fiestas. Y es que, en menos de un mes, llegará la locura habitual de todos los años: los preparativos para una cena perfecta en familia.
Para muchos, la carne es imprescindible en cualquier reunión. No obstante, los pescados y los mariscos son también los protagonistas que todos los integrantes de la familia quieren ver y disfrutar. Por eso, es crucial conocer los trucos para congelar y mantener adecuadamente estos productos marinos, que no aguantan frescos si los dejamos muchos días en la nevera.
De esta manera, se pueden aprovechar las ofertas especiales de Black Friday o de los días previos a estos festivos para comprar grandes cantidades de estos alimentos. Pero su efímera duración de conservación en el frigorífico crea la necesidad de otro método infalible.
Métodos para congelar el marisco de la cena de Navidad
Gracias al método que presenta Galicia Marisco, se pueden aprovechar distintos lotes de marisco y pescado en diferentes épocas del año. Sin embargo, es preciso que se ejecute un proceso de limpieza previo, donde se retiren las escamas y las tripas del crustáceo. Igualmente, es fundamentar darle un buen baño con agua fría, con un secado posterior, a todas las piezas que se quieran congelar.
Para conservar correctamente el producto, es imprescindible disponer de un tupper que cierre herméticamente o, incluso, unas bolsas específicas de congelación. De esta forma, se puede solidificar cualquier marisco, desde pequeñas gambas o mejillones hasta grandes langostas. Aunque el método de enfriamiento es idéntico para cualquier género, sí que hay que tener en cuenta algunas pautas que pueden variar en función el tipo.
En primer lugar, es importante saber que no se puede congelar directamente un marisco vivo, pues lo más probable es que se asfixien y acaben muriendo. Por norma general habrá que cocer cada pieza antes de este proceso. Por ejemplo, para solidificar una langosta se debe hervir durante de 8 minutos por cada 500 gramos. A continuación hay que escurrir y dejar enfriar el crustáceo.
En este caso, se puede iniciar el proceso de congelación con o sin el caparazón. Sin embargo, aquellas langostas que se congelen sin la cubierta aguantarán más tiempo. Por su parte, no se recomienda helar las ostras con la coraza.
Cómo y cuando descongelar el marisco de Navidad
Todos los productos tienen una fecha de caducidad a pesar de estar congelados. Por este motivo es crucial escribir la fecha en la que ha introducido cada pieza en el congelador. Así, para no alterar el sabor, la duración estimada para los mariscos es la siguiente:
- Langosta roja de 3 a 4 meses
- Vieiras de 6 meses
- Ostras Gallegas de 4 a 6 meses
- Almejas y Mejillones de 3 a 4 meses.
Asimismo, los tiempos de descongelación deben respetarse. De este modo, es inviable hacerlo a temperatura ambiente en la encimera. Según Galicia Marisco, Lo adecuado es meter el producto, 24 horas antes de que vaya a ser consumido, directamente en la nevera, para disfrutar por completo de su sabor. Igualmente, otra forma mucho más rápida es sumergir el marisco, sellado en una bolsa de plástico, en agua fría hasta que se descongele.