Es común que llegadas estas fechas veamos en las floristerías y en los supermercados la flor de Pascua, que ya ha pasado a convertirse en una tradición navideña más. Su popularidad ha crecido más en las últimas décadas y con ello, su presencia en los hogares, oficinas y comercios Aunque tiene raíces profundas en México, donde se asocia a la Navidad gracias a la famosa leyenda de la niña que ofreció ramas a Jesús, en España la tradición también tiene un fuerte componente cristiano.
Se dice que su forma de estrella puede hacer alusión a la luz que sirvió de guía a los tres Reyes Magos hasta el lugar de nacimiento del hijo de Dios. En algunas culturas, también se la conoce como “flor de Nochebuena” y se cree que simboliza la renovación y el renacimiento debido a su capacidad de florecer en pleno invierno.
Muchas son las familias que colocan una o varias flores en centros de mesa, alféizares de ventanas, y cerca de figuras del Belén, mientras que otras la utilizan para adornar espacios comerciales y eventos navideños. Aunque no tan común como en otros países, la flor de Pascua también se regala en España como un obsequio navideño. Un gesto que se asocia con buenos deseos para el año nuevo.
Cómo cuidar la flor de Pascua
Cuidar una flor de Pascua es una tarea fácil. No obstante, hay ciertos pasos que hay que seguir meticulosamente, ya que, sino su brillo se apagará y no conseguirá sobrevivir hasta la noche de Reyes. Es una planta resistente, pero requiere de una atención especial debido a su origen tropical y exigencias específicas.
Ubicación adecuada
La flor de Pascua necesita mucha luz, pero no debe recibirla de forma directa porque sus hojas se podrían quemar. Lo ideal es colocarla en un lugar luminoso, pero alejada de las corrientes de aire frío o de las fuentes de calor intensas, como radiadores o estufas. Un alféizar bien iluminado o una mesa cerca de una ventana es una buena opción.
Temperatura
Prefiere las temperaturas cálidas, entre los 15 y los 20 °C. Evita colocarla en lugares donde el termómetro fluctúe bruscamente, como cerca de puertas o ventanas que se abren con frecuencia, o en zonas con frío intenso. Las bajas temperaturas pueden estresar a la planta, lo que provoca que sus hojas caigan antes de tiempo.
Riego
Es uno de los aspectos más importantes de su cuidado. Como ocurre con todas las plantas, es fundamental no encharcarla, debido a que un exceso de agua puede pudrir sus raíces. Hay que regarla sólo cuando el sustrato esté seco al tacto, más o menos, una vez a la semana. Es vital asegurarse de que el líquido drene correctamente y que nunca quede nada estancado en el plato del macetero.
Humedad
Sus ambientes favoritos son los que tienen cierta humedad. . Si vives en un lugar muy seco, puedes aumentar la humedad colocando la planta sobre un plato con piedras y agua (sin que el agua toque las raíces) o utilizando un humidificador.
Qué hacer si la flor de Pascua está marchita
Si notas que tu flor de Pascua está marchita o comienza a perder sus hojas, es necesario que comiences a actuar. Con unos simples cuidados conseguirás revivirla y devolverle su esplendor:
- Revisa las condiciones de luz y temperatura: asegúrate de que está en un rincón adecuado, cerca de luz brillante, pero indirecta y alejada de corrientes de aire frío, calefacciones o estufas.
- Ajusta el riego: revisa que el sustrato esté seco antes de volver a regar.
- Revitaliza el sustrato: si está compactado o agotado, cambia la tierra por un sustrato fresco y aireado, que favorezca el drenaje. Usa una mezcla de tierra para macetas ligera.
- Poda las ramas secas o dañadas: si algunas ramas están secas o dañadas, córtalas para que la planta pueda concentrar sus energías en las partes sanas.
- Mejora la humedad: si el ambiente en tu casa es muy seco, puedes aumentar la humedad alrededor de la flor de Pascua.
- Fertiliza correctamente: si la planta parece que está debilitada, puedes intentar fertilizarla con un abono líquido equilibrado, pero sólo si la planta tiene nuevos brotes.
- Controla las plagas: la pérdida de hojas o el marchitamiento de la planta se debe a la presencia de plagas, como cochinillas o pulgones. Inspecciona bien la planta y, si es necesario, utiliza un insecticida suave o una solución casera de agua con jabón neutro para eliminarlas.