Los ‘mochi donuts’ son una de las elaboraciones más populares del momento por su aspecto colorido y su sabor. Actualmente ya se pueden encontrar en la capital española, con su típica forma inspirada en un anillo de ocho bolas similar a la de un donut. Sus fans dicen que tiene una textura única, crujiente en su exterior y cremosa en sus entrañas. Para conseguir ese efecto, se emplean entre los diferentes ingredientes harina de arroz glutinoso y almidón, que aportan un equilibrio de viscosidad, elasticidad y una suavidad de la masa.
Así, se trata de una elaboración cuidada y novedosa que ha conquistado los paladares de millones de personas, y cuyos consumidores van en aumento conforme se logra su expansión global. Sin embargo, detrás de este camino para alcanzar la popularidad que ahora ostenta hay una historia llena de curiosidades.
La historia del mochi: de Japón a un garaje hawaiano y al mundo
El origen de este producto se encuentra en una fusión de dos culturas: la japonesa y la estadounidense, y en un lugar que reúne ambas: Hawái. Una de las primeras versiones de los donuts de mochi se remonta a la creación del “poi mochi” por Charmaine Ocasek en Hawái en 1992. Esta variante es una fusión de los donuts estadounidenses y el mochi japonés, y consistía en bolas fritas de taro machacado y mochiko, una harina de arroz dulce japonesa de grano corto.
Pero el momento clave llegó en 2003, cuando la cadena japonesa Mister Donut lanzó el “pon de ring”, llamado así en referencia al pan brasileño pão de queijo. Y es que la tradición brasileña también entra en juego en este singular producto, que primero se popularizó en Japón antes de llegar a Estados Unidos a través de Hawái. El estilo “pon de ring” se caracteriza por estar formado por un anillo de ocho pequeñas bolas conectadas.
Mister Donut, de hecho, es la cadena de cafeterías especializadas en donuts más popular en Japón, y en los años 90 pasó ser absorbida por Dunkin’ Donuts. A partir de ese momento arranca la expansión internacional del mochi donut, que en un inicio comenzó en Asia y luego fue pasando al resto de los continentes. Los donuts de mochi se encuentran en diversos sabores y colores.
Al igual que los donuts tradicionales, suelen presentar una masa clásica con un toque de vainilla y mantequilla. Los glaseados a menudo incluyen sabores japoneses como matcha, pandan y ube. Además, suelen decorarse con distintos ingredientes, como chips de chocolate, semillas de sésamo, chips de coco tostado, frutas frescas o confitadas, polvo de matcha o azúcar con canela.
Dunkin’ Donuts ha declarado en diversos comunicados que el origen de su producto le debe mucho al pan de queso brasileño hecho con almidón de tapioca. Por tanto, el origen del donut de mochi tiene varias raíces y varias influencias: Estados Unidos, Brasil, Japón y Hawái.
En Madrid, la primera tienda que comercializa este producto abrió en verano de este año. Este local se llama Momo Dochi y está situado muy cerca de la Puerta del Sol, en la calle del Príncipe número 12.