¿Cuánto vale una vida? La Comunidad de Madrid se gastó 236.000 euros en un corazón artificial para implantarlo en un paciente que lamentablemente falleció

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid autorizó por el procedimiento de urgencia la compra de este dispositivo a una empresa francesa por la gravedad del paciente. El caso revela lo importante que es la “sanidad pública y que tenga todos los recursos necesarios”, destaca un diputado socialista

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La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, en el hospital 12 de Octubre.
La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, en el hospital 12 de Octubre.

La empresa francesa Carmat anunció en el verano de 2021 que el corazón artificial que estaban fabricando, llamado Aeson, ya estaba disponible en Europa. Lo hacía tras comunicar también el primer implante de su corazón artificial en Estados Unidos como parte de un estudio clínico. El procedimiento se llevó a cabo en el Hospital de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte. Este dispositivo está destinado a personas con insuficiencia cardíaca en etapa terminal, que generalmente solo se pueden tratar con un trasplante de corazón. Con 900 gramos, pesa todavía casi tres veces más que el corazón típico y está dirigido principalmente hacia pacientes obesos. Este corazón está diseñado para reemplazar el corazón natural durante aproximadamente cinco años.

El Carmat Aeson es un dispositivo que funciona electrohidráulicamente con la forma de un corazón humano que, una vez conectado, duplica la acción de un corazón natural, restaurando el flujo sanguíneo usual a través del cuerpo. La prótesis incorpora cuatro válvulas biológicas y dos ventrículos, cada uno separado por una membrana en dos cavidades más pequeñas: una para la sangre y otra para el fluido accionador. La capa de esta membrana, que está en contacto con la sangre, está hecha de materiales biocompatibles. Por otro lado, el corazón artificial también incluye dos microbombas que empujan el fluido y generan la sístole, que es la fase de contracción del corazón donde la sangre se bombea a los vasos, y la diástole, la fase de relajación que permite que la sangre entre en el corazón.

El pasado 24 de septiembre, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, decidió adquirir mediante un contrato de emergencia un dispositivo Carmat Aeson para el servicio de cirugía cardiaca del hospital universitario 12 de octubre por un importe estimado de 236.500 euros (IVA incluido). El corazón debía ser suministrado en un plazo de cuatro días.

Uno de los modelos del corazón Carmat Aeson.
Uno de los modelos del corazón Carmat Aeson.

Daniel Rubio, diputado socialista en la Asamblea de Madrid, pidió la información del contrato al ver la urgencia del mismo y pudo constatar que estaba todo en regla. “En este caso estaba justificado”, señala. Y es que este hospital, que atiende a una población de 450.000 personas, necesitaba este corazón artificial para “un paciente con disfunción ventricular e hipertensión pulmonar severa”. Rubio añade que este caso concreto revela lo importante que es la “sanidad pública y que esta tenga todos los recursos necesarios para prestar un buen servicio”. Porque, ¿cuánto vale una vida? En realidad no tiene precio ni se puede cuantificar.

Única opción para salvarle la vida

La Consejería de Sanidad había recibido el pasado 17 de septiembre un informe del Servicio de Cirugía Cardiaca del 12 de Octubre en el que, ante la situación de riesgo grave para el paciente, “se considera como única opción la referida contratación, dado el agotamiento de todas las medidas terapéuticas convencionales disponibles y no poder mantener durante más tiempo la terapia” que se estaba dando a este enfermo. “No siendo posible tampoco la posibilidad de un trasplante cardíaco”. Es decir, no había otra alternativa para este paciente. “Atendiendo a las indicaciones médicas de los facultativos, no pudiendo demorarse el procedimiento, resultó imperioso y urgente proceder a la adquisición del implante, al tratarse de una situación que supone un grave peligro para la vida del paciente”, justificó el Consejo de Gobierno para comprar el corazón artificial.

Lamentablemente, el paciente falleció por otro tipo de complicaciones tras el implante, asegura un portavoz del 12 de Octubre. “El corazón artificial que hemos adquirido se utilizó en un paciente que estaba en una situación comprometida antes del implante, pero al final falleció por una complicación no derivada directamente del equipamiento implantado. Es el único corazón artificial completo que hemos implantado”, señala. Infobae España ha pedido poder hablar con los especialistas que llevaron a cabo la operación para poder conocer más detalles de este tipo de intervenciones y del corazón artificial, pero han preferido no hacer declaraciones.

Contratos precarios, jornadas “insostenibles” y “grave falta de personal” en el Hospital El Escorial en la Comunidad de Madrid.
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