La repostería francesa ha logrado ganarse el corazón de todo el mundo con sus dulces delicados y coloridos. Pero, sin duda, el rey de los caprichos galos es el mítico croissant, un postre elaborado con hojaldre en forma de media luna. Una de las características que les ha llevado a tener tantos adeptos es su versatilidad, ya que se pueden disfrutar tanto con un relleno dulce como salado y, por su puesto, solos.
Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con usar el croissant como pan para un bocadillo. En Brasil, por ejemplo, es un clásico mezclarlo con carne, queso o incluso nata. Pero, para Paul Cabannes, un comediante francés afincado en ese país desde 2015, esas versiones son poco menos que una “herejía”. Su animadversión por estas combinaciones le llevó a debatirlo con el mismísimo Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa.
Durante la cumbre del G20, que se celebró en Río de Janeiro, Cabannes entrevistó al líder francés y no dudó en preguntarle por los “croissants rellenos”. El vídeo se hizo viral y ya acumula casi 200.000 ‘me gustas’ en Instagram. Todo el mundo estaba expectante por conocer cuál era el dulce favorito del presidente.
“Aquí en Brasil, la gente come croissants con jamón, bacon, nata montada y mermelada de fresa”, comentó el humorista en tono burlón. “Llevo nueve años defendiendo la idea de que los croissants deben comerse sin aderezos... ¿Cuál es la posición oficial de Francia?”, le preguntó. Macron aseguró que en Francia “no se permite ninguna excepción”.
El croissant perfecto para el presidente de Francia
La cocina no es una ciencia exacta, por lo que no hay una única receta de hacer las cosas. No obstante, en este caso, no cabe duda de que los ciudadanos franceses son la voz más autorizada para hablar de cómo debe disfrutarse de un croissant de la forma adecuada.
“En el croissant de mantequilla francés, la mantequilla está dentro, y no es industrial. Se come sin relleno. Tienes razón. Eventualmente, se puede mojar en café”, sentenció Emmanuel Macron. Los ingredientes de este postre incluyen: harina, azúcar, sal, mantequilla, levadura, agua y leche.
Esta respuesta zanjó el debate de si el bollo de mantequilla debe llevar o no relleno. Aun así, el dirigente galo quiso tender la mano a los brasileños que sí disfrutan de completar el croissant con otros ingredientes. “Estoy seguro de que encontraremos un trato sobre el croissant”, publicó en los comentarios del vídeo en Instagram.
Este intercambio entre Cabannes y Macron no solo desató risas, sino que también generó un interesante debate sobre la cultura gastronómica francesa y su relación con las influencias extranjeras. En un país como Brasil, donde la fusión de sabores y la adaptación de platos internacionales es una tradición, la “pureza” de recetas como el croissant puede parecer un concepto distante. Sin embargo, el humor de Paul Cabannes ha logrado poner en evidencia, de una forma cómica, las diferencias culturales que existen incluso en algo tan aparentemente sencillo como un croissant.