Salir a pasear con él, darle de comer su comida favorita, peinarle, ducharle y jugar horas y horas. Cuidar de nuestro perro incluye estar pendiente de múltiples actividades en las que hay que prestar atención a algunos elementos clave que nos pueden apostar pistas sobre su estado de salud. El brillo de su pelo es un buen termómetro, pero también lo es el estado de sus heces, ya que estas nos aportan mucha información sobre cómo se encuentra día a día.
Por eso, cuando nuestro perro sufre diarrea, esta situación puede ser un problema común ocasionado por infecciones, parásitos, cambios en la dieta o también puede deberse a problemas más graves como enfermedades sistémicas. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo que la diarrea sea algo puntual o sea prolongada en el tiempo.
Lo primero que hay que hacer si tu perro sufre diarrea persistente es consultar con un veterinario, especialmente si la situación dura más de 24-48 horas o si está acompañada de vómitos, letargo o sangre en las heces. Ante la duda, si tu perro tiene diarrea con sangre (melena o hematochezia), sufre una pérdida significativa de peso o apetito, tiene signos de deshidratación, como encías secas o hundimiento ocular, y notas en él un letargo extremo o incapacidad para mantenerse en pie, lo primero que hay que hacer es avisar a un profesional.
Los tratamientos habituales que puede recomendarte el veterinario incluyen:
- Rehidratación: de hecho, mantener a nuestro perro hidratado es crucial y, en casos graves, pueden requerirse líquidos intravenosos o subcutáneos
- Probióticos: el registro de pedigrí de perros de raza pura en los Estados Unidos American Kennel Club (AKC) explica que hay productos como FortiFlora o Proviable que ayudan a restaurar la flora intestinal
- Medicamentos específicos: si se detectan infecciones o parásitos causantes de la diarrea, se pueden recetar antibióticos como metronidazol o antiparasitarios como fenbendazol, dependiendo de la causa
- Dietas terapéuticas: para aquellos perros que sean propensos a tener diarreas recurrentes, los expertos suelen recomendar dietas blandas de prescripción veterinaria
Remedios caseros
Aunque en casos leves sí que existen ciertos remedios caseros que pueden aliviar la diarrea, es importante aplicarlos solo bajo recomendación veterinaria:
- Arroz blanco cocido: su digestibilidad y capacidad para absorber líquidos lo convierten en una opción eficaz. Debe ofrecerse solo durante 24-48 horas antes de reintroducir la dieta normal
- Calabaza enlatada: según la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales, este alimento sin aditivos ni especias puede ayudar a regular el tránsito intestinal
- Pollo hervido: sin huesos ni piel, combinado con arroz blanco, es una opción blanda para facilitar la recuperación
- Infusión de manzanilla: puede administrarse en pequeñas cantidades para calmar el sistema digestivo
Alimentos que debes evitar darle a tu perro
Durante y después de un episodio de diarrea, algunos alimentos pueden empeorar los síntomas o dañar el tracto gastrointestinal, como los productos lácteos -de hecho, muchos perros son intolerantes a la lactosa, lo que puede agravar la diarrea-.
Tampoco son recomendables los alimentos grasos como comidas como carnes procesadas o frituras, que son muy difíciles de digerir y pueden causar más irritación, o las sobras de la mesa (los condimentos, grasas y aditivos son perjudiciales para un sistema digestivo debilitado). Obviamente, hay algunos alimentos tóxicos para los perros, como el chocolate, las cebollas, el ajo o las uvas, que están siempre contraindicados en cualquier situación.