Jesús Soriano lleva siendo camarero desde los 15 años. Según cuenta, empezó a ejercer la profesión por necesidad, y 16 años después, a sus 31, la sigue ejerciendo “por pasión”. Deben ser pocas las personas con el kilometraje de Jesús, la identidad real de @SoyCamarero, en esta industria. No sólo por los años que ha pasado trabajando en restaurantes y bares, sino porque, además, otros profesionales del sector comparten con él sus experiencias en el mundillo. Desde hace unos años, el camarero hecho influencer es la voz que más se escucha cuando se trata de reivindicar los derechos de los currantes del sector servicios y de exponer a los negocios que tratan de aprovecharse de las situaciones de vulnerabilidad de las personas.
El creador de contenidos comenzó su carrera en redes compartiendo, desde el humor, sus propias andadas en la industria y sus anécdotas desde detrás de la barra. Poco a poco, fue atrayendo la atención de sus colegas, que pronto empezaron a dirigirle sus denuncias y protestas sobre las condiciones de trabajo en el oficio, por lo que Soriano decidió “convertirse en altavoz para expresar el malestar de los camareros en España”. A día de hoy, @SoyCamarero acumula más de 650.000 seguidores en todas sus redes.
— Soy Camarero (@soycamarero) November 14, 2024
Anunciar que te da igual la ley públicamente: una oferta con mucha jeta
Esta semana, el influencer publicó en su perfil de X (anteriormente Twitter) el anuncio de un comercio que buscaba una camarera “profesional” que, además, debía tener la nacionalidad española. Buscaba, según la descripción, una persona “de confianza y responsable” que estuviese dispuesta a trabajar desde las 7 de la mañana a las 17.00h de la tarde, de lunes a sábado.
Según la Guía Laboral del Ministerio de Trabajo y Economía Social y del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, una persona sin la nacionalidad española también tiene derecho a trabajar en territorio nacional siempre y cuando tenga autorización de residencia y permiso de trabajo en caso de no proceder de un país de la Unión Europea - los ciudadanos europeos no están sometidos a restricciones laborales y no necesitan un visado ni ninguna otra documentación o permiso.
El segundo problema es el horario: el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores fija los límites de horas diarias y semanales que un trabajador puede dedicar a sus funciones. Según este documento, las jornadas diarias pueden llegar a un máximo de 9 horas en cualquier caso, hasta alcanzar un máximo de 40 horas semanales. La oferta de trabajo expuesta por @SoyCamarero, sin embargo, es de 10 horas diarias 6 días a la semana: no sólo se salta el límite de horas al día, sino que sobrepasa en 20 horas el límite semanal establecido. No se queda ahí.
“Sueldo de 1.600 a 1.700 euros al mes”, continúa el anuncio. Aquí hay otro problema: el Salario Mínimo Interprofesional será, hasta el 1 de enero de 2025, de 8,28 euros la hora - a partir de entonces subirá ligeramente hasta los 8,82 euros la hora aproximadamente. Sin embargo, en esta oferta de trabajo, se postulan 60 horas semanales, lo que equivale a 240 horas de trabajo al mes. Si el salario máximo a recibir es de 1.700 euros, basta con una simple división para calcular el salario por hora: 1.700/240 = 7,083 euros, más de un euro por hora menos que el SMI.
Según el anunciante, el puesto de trabajo ubicado en un restaurante o bar de la zona del metro Padua en Sarria (Barcelona) ya está ocupado, por lo que alguien habrá aceptado esas condiciones laborales ilegales y los dueños continúan aprovechándose de la necesidad de otros. Por desgracia, el local mantiene el anonimato (ya que su nombre está tachado en las capturas de pantalla). Habrá que esperar a que alguien se lo tome personalmente y envíe una inspección laboral para que se cierre el “chiringuito”.