Un carnicero explica por qué no hay que pedir pechuga de pollo en la carnicería: “La gente no sabe comprar”

A día de hoy, la mayor parte de la población hace la compra en supermercados. Estas grandes superficies reúnen en su interior todo o casi todo lo necesario para alimentarnos en nuestro día a día, además de tener muchos productos a precio asequible. Sin embargo, también hay un importante número de personas que siguen prefiriendo ir a comprar a los mercados, donde en puestos de pescadería, carnicería y frutería adquieren productos de mayor calidad en el que, además, se tiene un trato más cercano con la persona que prepara el producto que nos comeremos.

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Pero para quienes piensen que ir al mercado es algo que es solo para ricos o personas mayores, hay que decir que esto no es exacto. Los puestos pueden variar sus ofertas e incluir precios incluso más baratos que en los supermercados para algunos productos, siempre y cuando tengamos el tiempo suficiente como para ir mirando los diferentes puestos. Además, hay que saber pedirle a los encargados del puesto qué es exactamente lo que queremos, de cara a no desaprovechar algunas partes que podrían servirnos para otros productos.

Sobre esto mismo se pronuncia El carnicero tiktoker, una cuenta de TikTok de la empresa Chuleta City en la que se da algunos consejos a los más jóvenes -quienes mayoritariamente usan esta red social- para que pidan más y mejor cuando acuden a una carnicería. En este caso, Rubén, el carnicero del canal les advierte el “error fatal” que supone pedir solo pechuga de pollo cuando vamos a comprar. “Tenéis que compraros un pollito entero”, afirma.

Pese a que mucha gente prefiere comprarse solo pechuga porque viven solos, lo cierto es que esto no es excusa para el carnicero: “Aunque seas solo uno en tu casa, seguro que tienes congelador”. De este modo, hay que pedirle al profesional del puesto que nos haga un ‘alakiri’ con el cuerpo del animal. “Te va a separar alitas por un lado, cuartos traseros por el otro y la pechuga por el otro”, explica. Como hemos pagado el pollo entero, el carnicero nos lo hará “totalmente gratis”.

“Esto es algo que deberíais de saber todos”, razona él, “pero claro, como últimamente la gente no sabe comprar, pues mirad, aquí estoy yo para enseñaros cómo se hace esto”. A continuación, coge uno de los cuartos traseros y señala: “Aquí tienes comida para uno de un día”, lo mismo con el otro cuarto. “Y aquí pues sacamos las pechuguitas”, sigue mientras corta y deshuesa el cuerpo del pollo, “y las hacemos en filetitos”.

Mientras el carnicero prepara todas esas lonchas de pollo, va explicando la necesidad de ir con tiempo para hacer este tipo de recados. “Por mucha prisa que tengáis, chavales, a comprar nunca se va con prisa: si vas con prisa, o te engañan o te equivocas”. Por eso, hay que darle tiempo al profesional -en el vídeo no tarda más de un minuto- para que saque las pechugas. “¿Que la queréis en filetes, entera, en tiras para hacer lo de los mexicanos, pues también se lo podéis pedir”, insiste.

Una sola pechuga daría para comer una vez a dos personas, por lo que con un pollo entero, habríamos comprado pollo para seis platos -cuatro con las pechugas y dos con los cuartos traseros-. Todo eso, a un precio mucho más bajo: “Yo creo que así da mucho más de sí el pollo... y aparte el esqueletito -muestra los huesos y restos del pollo que ha ido apartando- te lo congelas para hacerte un caldito”. Al mismo tiempo, también beneficiamos al negocio, dado que se aprovecha mejor toda la carne.