Más de 1.000 millones de personas son usuarios activos en Tiktok, una red social que ha despertado todo tipo de críticas en los últimos años por el contenido que ofrece, especialmente a menores, que suponen el 28% de los usuarios. A la exposición de menores o los contenidos de carácter sexual se le suma una nueva oleada de acusaciones que denuncian que gran parte de los vídeos publicados del ámbito sanitario son falsos, aumentando el riesgo de desinformación y la propagación de bulos.
Una reciente investigación de la St George’s University of London ha revelado que hasta el 81% de los tratamientos que se promocionan en TikTok para curar el cáncer son falsos, una realidad que pone de manifiesto la gravedad del acceso a la información sanitaria. La doctora Stephanie Alice Baker, profesora de sociología y una de las autoras del estudio, ha alertado de la especial vulnerabilidad de la Generación Z a los bulos sobre el cáncer que abundan en TikTok.
“La gran cantidad de información errónea en TikTok relacionada con las curas del cáncer es alarmante y debería hacer sonar la alarma para los reguladores en línea. El hecho de que el algoritmo de TikTok incentive a los creadores de contenido a aprovecharse de las personas vulnerables es simplemente injusto. Los gobiernos necesitan urgentemente ejercer mayor presión sobre los gigantes de las redes sociales para que moderen mejor su contenido”, expone la doctora Baker.
La experta alerta de que la función de la plataforma del scroll sin fin provoca que los usuarios sean más susceptibles a la radicalización, pues pasan por un proceso gradual en el que cada vez aparecen vídeos más extremos recomendados por el algoritmo.
En este sentido, “plataformas como TikTok representan un riesgo existencial: no solo pueden difundir información errónea y llevar a los usuarios a productos dañinos, sino que el algoritmo fomenta un proceso de radicalización”. El algoritmo detecta el interés del usuario por las terapias pseudocientíficas para combatir el cáncer y le ofrece cada vez más contenidos más conspirativos y extremos. De los 163 vídeos que difunden afirmaciones falsas sobre curas para el cáncer, el 32% hace uso de las teorías conspirativas para legitimar su contenido, como que los gobiernos evitan el desarrollo de ciertos fármacos.
Hacer negocio con el miedo al cáncer
El estudio, titulado “‘Link in bio’: fake cancer cures, radicalization pathways and online harms on TikTok”, será publicado en la revista The Impact of Misinformation and Disinformation on a Democratic Society y además, de alertar sobre la desinformación en torno al cáncer en TikTok, denuncia que los creadores de estos vídeos tienden a vincularse con comercios webs en los que los usuarios pueden comprar fármacos nocivos o pseudocientíficos.
Esa asociación, que puede estar más o menos disimulada, permite a los creadores de los vídeos conspirativos lucrarse económicamente de la información errónea y los bulos que difunden sobre la cura del cáncer. Entre las publicaciones que el algoritmo de la plataforma promovía se encontraban la venta de productos como aceite de orégano, semillas de albaricoque o antiparasitarios para perros, nocivo para el consumo humano.