No solo son ‘danas’ ni fenómenos meteorológicos adversos. El cambio climático también podría “potenciar” la implantación de enfermedades tropicales en España. Así lo cree el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que acaba de licitar un contrato por valor de 337.000 euros para la “monitorización y vigilancia vectorial” de varias de estas enfermedades que se han empezado a detectar peligrosamente en nuestro país: la fiebre hemorrágica de Crimea Congo, provocada por garrapatas; y la fiebre del Nilo occidental y del Valle del Rift que se contagia por la picadura de mosquitos.
De momento, la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundació Universitat-Empresa de Les Illes Balears se han llevado los cuatro lotes en los que se divide el contrato para iniciar los trabajos. “La emergencia de enfermedades transmitidas por vectores está aumentando en los últimos 30 años a un ritmo antes desconocido. Esta emergencia es el resultado de la confluencia de factores medioambientales, ecológicos, sociales, económicos y políticos, que facilitan la interacción del agente infeccioso, los vectores y el ser humano”, señala el pliego de condiciones de la licitación.
Y es que el ministerio que dirige Luis Planas, en coordinación con el Centro de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad y la Subdirección General de Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, han trabajado en la elaboración de un mapa de diez enfermedades zoonóticas que hay que vigilar y que son prioritarias no solo para España sino para el conjunto de la UE. Estamos hablando de zoonosis (enfermedades infecciosas causadas por gérmenes que se propagan entre animales y personas de forma natura) como el ébola, la gripe aviar, la rabia, la fiebre del nilo occidental, la fiebre hemorrágica de Crimea Congo, la fiebre del Valle del Rift, el dengue, el chukungunya, el paludismo, etc... muchas de ellas transmitidas por vectores, que afectan a las personas que sufren picaduras de esos vectores como mosquitos, garrapatas, piojos y pulgas.
“Por la proximidad con el continente africano, siendo lugar de tránsito obligado de aves migratorias y personas, y por las condiciones climáticas, cercanas a las de zonas donde hay transmisión de enfermedades vectoriales, España es un país en el que las enfermedades vectoriales podrían verse potenciadas por el cambio climático. El posible riesgo vendría por extensión geográfica de vectores ya establecidos o por la importación e instalación de vectores subtropicales adaptados a sobrevivir en climas menos cálidos y más secos”, señalan desde el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Mosquito ‘Aedes albopictus’
Hipotéticamente, las enfermedades vectoriales susceptibles de ser influidas por el cambio climático en España serían aquellas transmitidas por dípteros como el dengue, la encefalitis del Nilo occidental, la fiebre del valle del Rift, la malaria y la leishmaniosis; las transmitidas por garrapatas como la fiebre de Congo Crimea, la encefalitis por garrapata, la enfermedad de Lyme, la fiebre botonosa y la fiebre recurrente endémica. Pero la mayor y más factible amenaza sería la instauración del mosquito ‘Aedes albopictus’, que sería capaz de transmitir enfermedades virales como la del Nilo occidental o el dengue de forma muy efectiva.
Y es que España ha vivido este 2024 el año con más casos de virus del Nilo (más de 100) desde que en 2010 se detectaran los dos primeros en la provincia de Cádiz. La mayoría de los episodios se han dado en Andalucía, en la provincia de Sevilla. La concentración de aves migratorias (hospedadoras del virus) y las condiciones climatológicas favorables se mezclan con los arrozales, que son el ecosistema perfecto para que críen los mosquitos responsables de transmitir el virus de pájaros a humanos. El virus del Nilo Occidental es un flavivirus transmitido principalmente por la picadura de mosquitos del género Culex, el más común en la península. Estos mosquitos se infectan al alimentarse de aves migratorias que actúan como reservorios del virus. Una vez infectado, el mosquito puede transmitir el virus a humanos y otros mamíferos.
En cuanto al mosquito ‘Aedes albopictus’ transmite los virus del dengue, chikungunya y zika. Este insecto está establecido en gran parte del territorio peninsular )sobre todo en la costa de Levante) y Baleares. La Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) ha detectado entre 2016 y 2023 un total de 3.828 casos de enfermedades transmitidas por el ‘Aedes’, siendo más del 99% casos importados. En septiembre de este año se detectó en Tarragona el mayor brote de dengue autóctono detectado en España, con ocho contagios. Todas son enfermedades graves, que en algunos casos pueden acabar en la muerte del enfermo.
El objetivo básico y principal del contrato adjudicado ahora por el ministerio es la vigilancia en la península y Baleares de tres de estas enfermedades: la fiebre hemorrágica de Crimea Congo (FHCC), la fiebre del Nilo Occidental (FNO) y la fiebre del Valle del Rift (FVR). En cuanto a la primera, se realizarán muestreos sistemáticos de garrapatas en ocho puntos seleccionados del sur de España y de cinco en las Islas Baleares. “Cada punto se visitará al menos dos veces al año, en otoño y primavera, para la recogida de garrapatas procedentes de vegetación, animales silvestres y domésticos. Las garrapatas serán Identificadas a nivel de especie y serán enviadas al Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Sanidad para su análisis por PCR para la detección del virus de FHCC. Esta actividad se realizará en 2025, 2026 y 2027″, reza el pliego del contrato.
Trampas en la península y Baleares
En lo relativo a la FNO y la FVR los investigadores se encargarán de muestrear en cinco puntos, lo que supone un total de diez trampas, dos trampas por localización, en la España peninsular y en dos puntos (cuatro trampas) en las islas Baleares. Los muestreos se realizarán en cada punto una vez al mes. Los mosquitos capturados serán identificados y se enviarán al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete para su análisis por PCR para la detección de estos virus. Esta actividad se llevará a cabo durante 2025 y 2026. El coste de las capturas y muestreos de las garrapatas está cuantificado en 86.000 euros. En el caso de los mosquitos, las pruebas costarán 291.000 euros.
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