La historia del hombre que bebía cinco litros de refrescos con gas al día y se gastó 30.000 euros en 10 años: “Tenía los dientes de un jubilado”

El consumo excesivo de bebidas azucaradas puede llevar al desarrollo de enfermedades como la obesidad

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Imagen de archivo: Refrescos en
Imagen de archivo: Refrescos en un centro comercial (REUTERS/Akhtar Soomro)

No sólo el alcohol o el tabaco producen adicción: también el azúcar es capaz de enganchar a la gente a su consumo. Al igual que con las drogas, el azúcar puede resultar altamente adictivo para muchas personas, pues provoca una liberación de dopamina en el cerebro. En este escenario, el consumo de bebidas azucaradas, como los refrescos, pueden empeorar el problema y llevar a situaciones extremas.

Este fue el caso de Tom Bowey, un hombre de 42 años que consumía hasta cinco litros de refrescos al día. Su adicción, según contó al medio Daily Mail, se centraba en unn producto particular: la Dr. Pepper. Esta bebida de cola es extremadamente popular en países anglosajones. “Es increíble cómo algo tan accesible puede volverse una adicción tan grande”, declaró Bowey a este medio.

300 euros mensuales en refrescos

El problema de Bowey con las bebidas azucaradas comenzó hace varios años, cuando compró una bebida para el almuerzo. Con el tiempo, él y sus compañeros de trabajo empezaron a invitarse bebidas durante el día, lo que llevó a Bowey a desarrollar una adicción al Dr. Pepper. Llegó a consumir cinco litros diarios, lo que equivalía a un gasto mensual de casi 250 libras (unos 300 euros al cambio actual). Esta cantidad de consumo también tuvo un impacto negativo en su salud dental, ya que su dentista le advirtió que el nivel de erosión ácida en sus dientes era comparable al de una persona de setenta años. “Prácticamente tenía los dientes de un jubilado”, relató al Daily Mail.

A pesar de los problemas de salud y el gasto económico, Bowey no dejó de consumir estas bebidas hasta que sus hijas comenzaron a notar su hábito y decidieron imitarlo. Según relató al Daily Mail, su hija mayor pedía constantemente beber Coca-Cola, lo que preocupó a su madre, quien no quería que la pequeña siguiera los pasos de su padre. Este hecho fue el detonante para que Bowey buscara ayuda y superara su dependencia. Decidió buscar tratamiento y recurrió a la hipnosis. Con la ayuda del hipnoterapeuta David Kilmurry, Bowey logró dejar de beber refrescos azucarados tras una única sesión de dos horas realizada por Zoom.

Hoy en día, Bowey ha cambiado su estilo de vida. Ha sustituido los refrescos por jugo diluido y agua, y se siente mucho mejor. Además, ha experimentado una pérdida de peso significativa, lo que le ha obligado a cambiar su ropa de talla grande por una talla mediana. Bowey asegura que ya no siente la tentación de consumir refrescos y que su vida ha mejorado notablemente desde que dejó de beberlos. “Es un cambio de vida”, afirmó. “Ahora soy más consciente de lo que consumo y del ejemplo que doy a mis hijas”, concluyó.

Los efectos negativos de las bebidas azucaradas

El consumo excesivo de bebidas azucaradas puede tener efectos perjudiciales en la salud. Un estudio colombiano publicado en 2023 en la Revista Española de Nutrición evidenció que el consumo excesivo de refrescos es un factor de riesgo significativo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad. Puede tener igualmente un impacto en la salud mental, dado que estas bebidas pueden inducir conductas agresivas y problemas de sueño, además de afectar la estabilidad emocional de los adolescentes.

La obesidad severa es una enfermedad crónica, compleja y con una alta prevalencia, que se asocia frecuentemente con otras enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes o enfermedades cardiovasculares.
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