Las autoridades valencianas y los agentes responsables de la salud pública han alertado durante los últimos días de los posibles riesgos que corre la población de la provincia de Valencia tras las inundaciones provocadas por la DANA. La humedad, la falta de higiene y la vulnerabilidad de muchos afectados puede ser el caldo de cultivo perfecto para que algunas enfermedades aparezcan, incluso en aquellos voluntarios que están ayudando en la reconstrucción de las diferentes zonas.
Así ha ocurrido con la leptospirosis, una enfermedad muy asociada a este tipo de desastres naturales. La Subdirección general de Epidemiología y Vigilancia para la Salud ha informado de dos casos probables de esta enfermedad provocada por la bacteria de la leptospira, “a falta de confirmación por los resultados de las correspondientes analíticas”. Esta bacteria aparece en las aguas, tierras húmedas y lodos contaminados con orina o tejidos de animales infectados, especialmente las ratas.
“Estas bacterias pueden entrar en el organismo a través de lesiones cutáneas o mucosas, afectando tanto a personas que residen en las zonas afectadas, como a aquellas involucradas en labores de limpieza y rescate”, informan desde la Generalitat Valenciana, si bien “la transmisión de un ser humano a otro es extremadamente rara”. En un periodo aproximado de diez días -puede ser menos o más, llegando incluso a tardar en un mes-, los síntomas empiezan a aparecer: fiebre, malestar general y dolores musculares, además de una infección conjuntiva y en algunos casos también ictericia.
Las recomendaciones para evitar casos graves
“Se trata de dos personas que voluntariamente han realizado tareas de limpieza o desescombro en dos municipios afectados por la DANA”, explican desde la Generalitat. “Ambas presentan buena evolución clínica y una de ellas está ingresada en un centro hospitalario”. En la mayoría de casos, los síntomas no revisten mayor gravedad y se puede curar la enfermedad con antibióticos. No obstante, si no se acude prontamente al médico y se inicia el tratamiento, se pueden manifestar síntomas más graves que perjudiquen gravemente a riñones, pulmones o hígado y llegar a ser letal.
“También se debe observar la orina oscura, la tos persistente o dificultad para respirar, las erupciones rojas o púrpuras en la piel que puedan indicar sangrado bajo la piel, el dolor de cabeza intenso o rigidez de cuello, la confusión, desorientación o agitación”, advierten en la Generalitat. Las autoridades recomiendan, en general, que las personas que hayan estado expuestas en zonas inundadas o hayan estado como voluntarias estén atentas a los síntomas para “acudir al punto sanitario en caso de ser necesario”.
Del mismo modo, “se recuerda lavarse muy bien las manos con agua y jabón, utilizar mascarilla, guantes, botas de goma, protección ocular y ropa adecuada de manga larga en las labores de limpieza de las zonas afectadas, así como no consumir alimentos en contacto con los suelos inundados”. La ventilación de los espacios cerrados es igualmente importante, así como que se retiren los objetos mojados y se elimine el agua estancada.