Los números, aunque son símbolos objetivos, están profundamente influenciados por nuestras percepciones subjetivas y emocionales. La forma en que los interpretamos puede tener un impacto significativo en nuestras decisiones diarias, desde la elección de productos hasta la percepción de precios y la interpretación de datos. Pero, por alguna razón, preferimos los números pares y varios estudios han tratado de dar con una respuesta a esta extrañeza.
En un estudio , Terence Hines de la Universidad de Pace en Nueva York muestra que nuestros cerebros procesan los números impares más lentamente que los pares, lo que sugiere que los números impares son más difíciles de digerir y, por lo tanto, adquieren significados adicionales. Este fenómeno se refleja en la preferencia humana por los números pares, que se perciben como más amigables y fáciles de procesar, según un artículo que explora la psicología detrás de los números.
Los consumidores prefieren los pares
La investigación de Dan King de la Universidad Nacional de Singapur y Chris A. Janiszewski de la Universidad de Florida respalda esta idea, demostrando que los productos con números pares en sus marcas son más atractivos para los consumidores. Esto se debe a que nuestros cerebros procesan los números pares con mayor fluidez, lo que se traduce en una preferencia por estos productos. Los números pares aparecen con más frecuencia en las tablas de multiplicar, lo que facilita su procesamiento.
En contraste, los números impares, especialmente los primos, no se encuentran en las tablas de multiplicar, lo que los hace más complejos para el cerebro humano. Esta complejidad se refleja en la cultura occidental, donde los números impares como el tres, el siete y el trece están asociados con supersticiones.
La economía conductual ha revelado que las decisiones humanas a menudo están influenciadas por emociones y reflejos, desafiando la suposición tradicional de que somos seres completamente racionales. En este contexto, la empresa Opower utiliza la ciencia del comportamiento para motivar a las personas a ahorrar energía, enmarcando los datos de manera que sean más comprensibles y persuasivos.
El efecto de encuadre es un fenómeno que muestra cómo la presentación de la misma información de diferentes maneras puede influir en nuestras percepciones y decisiones. Un estudio de Amos Tversky y Daniel Kahneman demostró que las personas están más dispuestas a hacer un esfuerzo para obtener un descuento significativo en términos porcentuales, aunque el ahorro monetario sea el mismo.
El “precio de encanto”
Además, estrategias de marketing como el “precio de encanto” y la eliminación de símbolos monetarios en los precios buscan influir en la percepción del consumidor, haciendo que los precios parezcan más razonables o menos dolorosos emocionalmente.
La visualización de datos también juega un papel crucial en la forma en que procesamos la información numérica. Estudios indican que los gráficos y visualizaciones aumentan significativamente la capacidad de persuasión de los datos numéricos, como se observa en el diseño de paneles de control de actividad física.
En resumen, los números, aunque son símbolos objetivos, están profundamente influenciados por nuestras percepciones subjetivas y emocionales. La forma en que los interpretamos puede tener un impacto significativo en nuestras decisiones diarias, desde la elección de productos hasta la percepción de precios y la interpretación de datos